Junts lanza un ultimátum a Aragonès: «Así no podemos seguir»
«Así no podemos seguir». La ejecutiva de Junts realizó ayer un durísimo balance de la acción del gobierno de coalición que comparten con ERC, al constatar que no se avanza hacia el objetivo de la independencia. Imponiéndose pues las tesis del sector más duro de la formación, Junts lanzó lo que se leyó con claridad como una amenaza al presidente Pere Aragonès. O endereza el rumbo o la dirección del partido pondrá en manos de la militancia la continuidad de Junts dentro del ejecutivo, un paso que ya se acordó en el pasado congreso del partido, pero que la dirección había puesto en suspenso. El plazo que Junts da a ERC es muy concreto. Tras el debate de Política General que se celebrará en el Parlament a finales de septiembre Junts valorará si efectivamente Aragonès ha impulsado un giro estratégico. «La conclusión que sacamos es que así no podemos seguir. Firmamos un acuerdo de Govern para que nos acercase a la independencia de Cataluña . La aplicación que se está haciendo del acuerdo, lo que está haciendo es que nos aleja más que nos acerca», resumió el secretario general de Junts, Jordi Turull, en rueda de prensa conjunta junto a la presidenta de la formación, Laura Borràs. Desde Junts, y en base a la auditoría que han hecho de la acción del gobierno, distinguen dos ejes: el primero, centrado en el balance sectorial del ejecutivo, es positivo; el segundo, centrado en el eje nacional, es el que no solo flojea, sino que suspende. «La letra y el espíritu del acuerdo en el eje nacional no se está cumpliendo », añadió Turull. Entre los incumplimientos, mencionó la mesa de diálogo, un foro en el que Junts no participa, apuntando de manera expresa su propia constitución, en tanto que Aragonès rechazó la presencia de Jordi Turull en la misma al no ser ser miembro del Govern. Junts se descolgó. También hay descontento en Junts con respecto a las materias que se abordan en la mesa así como en la inexistencia del «espacio de dirección estratégica del independentismo», donde, según se pactó, debería dibujarse una estrategia alternativa si el diálogo con el Gobierno fracasa. La falta de una política unitaria entre los dos partidos independentistas en el Congreso, que ERC siempre ha rechazado, es otro de los reproches que se lanzan desde Junts. «No estamos planteando un nuevo acuerdo de Govern, sino que se cumpla el acuerdo» actual, aclaró Turull tratando de rebajar el tono de lo que sonó a amenaza . «No tenemos derecho a fallar más a la gente, que se sienten decepcionados y tristes. Debemos trabajar entendiendo que se debe trabajar en el proceso para culminar la independencia», defendió por su parte Borràs, que volvió a recibir el apoyo de su partido en su enroque para seguir aferrada a la presidencia del Parlament. MÁS INFORMACIÓN noticia Si Cataluña, normalidad en la anormalidad a los diez años del 'procés' La trascendencia del ultimátum lanzado por Junts se conocerá pues cuando la dirección del partido decida o no poner en manos de la militancia la continuidad en el ejecutivo, algo por lo que que los sectores más pragmáticos del partido abogan. Frente a estos, la facción más dura, capitaneada por Laura Borràs, es partidaria de abandonar a ERC. En cualquier caso, la decisión adoptada ayer no contribuye precisamente a la estabilidad y al entendimiento. En manos de ERC está ahora tratar de lanzar alguna propuesta que satisfaga a sus socios. De manera nada casual, el ultimátum de Junts coincidió con el anuncio de ERC, que ha decidido avanzar la celebración de su congreso, previsto inicialmente para 2023, a este otoño con el objetivo de «fortalecer a la organización ante los retos del país». Así lo explicaron en un comunicado a la militancia el presidente y la secretaria general de ERC, Oriol Junqueras y Marta Rovira, respectivamente, que optarán a la reeleción.