Sánchez, sobre el intento de "complot" en el Constitucional: "La derecha y la ultraderecha han tratado de amordazar al Parlamento"
"La democracia prevalecerá y la Constitución prevalecerá". Es la principal conclusión de Pedro Sánchez sobre lo ocurrido este jueves en el Congreso. Para el presidente del Gobierno se ha tratado de un intento de "complot" al Congreso a través de una maniobra para paralizar en el Tribunal Constitucional la reforma del Código Penal. "La derecha y la ultraderecha han tratado de amordazar nada más y nada menos que al Parlamento", ha sentenciado el líder socialista, que ha acusado al PP de "secuestrar" durante cuatro años la Carta Magna al negarse a renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y, posteriormente, el propio Constitucional. Preguntado por si teme que el tribunal de garantías frene la tramitación de esa amplia modificación exprés de la legislación penal, Sánchez lo ha rechazado: "Lo que se espera del Tribunal Constitucional es que imperen el sentido común y la Constitución".
Sánchez se ha pronunciado así en una rueda de prensa en Bruselas tras participar en un Consejo Europeo que se ha celebrado mientras en España tenía lugar un bronco Pleno en el Congreso en el que se ha aprobado la reforma del Código Penal que incluye los cambios para la sedición, la malversación y también para el desbloqueo de la renovación del Tribunal Constitucional impulsada por PSOE y Unidas Podemos. Precisamente, el tribunal de garantías había convocado para este mismo jueves un pleno para estudiar la petición del PP y Vox de parar esa tramitación a través de un recurso de amparo.
La agitación de la política española ha llegado a Bruselas, aunque "nadie" ha preguntado al jefe del ejecutivo sobre el tema durante el encuentro de líderes. El presidente del Gobierno ha llegado tarde a la cita con el resto de líderes por este asunto que comenzaba el miércoles por la tarde y que ha continuado del jueves. De hecho, el PSOE ha pedido comparecer en el Constitucional a primera hora de la mañana. No obstante, el presidente del tribunal, Pedro González-Trevijano, ha decidido aplazar la decisión al lunes ante la queja de los magistrados progresistas. Entre tanto, la tramitación de la reforma de la legislación penal prosigue su curso con la intención de que el Senado le dé el visto bueno definitivo el próximo jueves 22 de diciembre.
"Está todo dicho", ha cuestionado Sánchez sobre la actuación del PP y Vox con la presentación del recurso de amparo y la inmediata reacción del Constitucional para convocar un Pleno este mismo jueves con una rapidez que ha destacado que no se ha visto en 40 años de democracia. Sánchez ha asegurado que se trata de un intento de "atropello" perpetrado por la derecha política y judicial "jaleado por la derecha mediática". "Es incalificable", ha apostillado.
"El Parlamento ha podido ejercer la labor con normalidad, a pesar del complot", ha afirmado Sánchez, antes de hacer una reflexión de lo que, para él, ha sucedido hasta llegar a este punto: "No todo vale. No se le puede llamar a un Gobierno ilegítimo, un Gobierno emanado de las urnas, como un Gobierno criminal, golpista, como hemos escuchando estos años".
El presidente ha avalado, por un lado, la aceleración en la reforma. "Hay que recordar que esta tramitación se ajusta a los procedimientos del reglamento del Congreso de los Diputados", ha defendido. Por otro lado, ha defendido los cambios que afectan al delito de malversación con la rebaja en algunos casos y sobre la que aún no se había pronunciado. "Esta reforma no despenaliza ninguna malversación, contempla distintos tipos de malversación, endurecemos los cargos corruptos y con esta tipificación España se homologa a otros países como Francia o Luxemburgo, las principales democracias europeas en un momento en que la Comisión Europea subraya el avance a una homogeneización europea sobre la corrupción", ha respondido.
Sánchez ha reiterado que estas reformas legales van en la línea de la mejora de la situación en Catalunya. "Lo que más le conviene a España y a Catalunya es la convivencia. Se trata nada más y nada menos que de pasar una etapa negra y no volver a sufrir lo que se sufrió en 2017", ha aseverado: "Hay varios elementos del procés que se han acabado: la unidad del independentismo está rota, la vía unilateral no se plantea, el incumplimiento de la Constitución y la quiebra de la legalidad democrática, hoy la ley y la Constitución se cumple en todos los territorios". Lo que ha descartado por completo es la celebración de un referéndum de autodeterminación que alienta la derecha: "El procés ha acabado. Estamos en ese momento, en un momento de cierre de una etapa y de inicio de una nueva. En Catalunya no va a haber ninguna consulta de autodeterminación, no porque no cabe en la Constitución, sino porque hay que contribuir con soluciones que superen la fractura", ha explicado. "Esto no lo hacemos por los partidos independentistas, sino porque apuesto por la convivencia y concordia entre catalanes. Entonces,¿cómo voy a apostar por un referéndum de autodeterminación?", se ha preguntado.
También ha recordado que apoyó la aplicación del 155 en Catalunya cuando gobernaba Mariano Rajoy al que ha recordado que "le hicieron" dos referéndums. "A mí en cuatro años no me han hecho ninguno", ha presumido antes de reprochar la "irresponsabilidad" del principal partido de la oposición.
Igualmente, ha marcado distancias con las críticas que han emergido en el seno del PSOE, donde hay un malestar generalizado por los cambios relativos a la sedición y la malversación pactados con ERC a las puertas de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, y que ha liderado públicamente el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. "No comparto su declaración", ha dicho sobre esas críticas. "La última década ha sido una pérdida de tiempo con Catalunya. Se rompieron los puentes y se acabó con el diálogo y fue un fracaso. Luego vino la judicialización y fue un fracaso. Después vino la unilateralidad y también fue un fracaso", ha recordado en defensa de su política del diálogo con la Generalitat.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado la ley del sí es sí de "ley pionera" porque "incorpora el consentimiento". Sánchez también ha señalado que la sentencia del Supremo "dice que hay que analizar caso por caso, sin que haya revisiones automáticas de las penas".
"La ley protege a las mujeres, y los tribunales son los que tienen que adoptar la correcta aplicación de la ley", ha concluido Sánchez.