¿Cómo es posible la creatividad? Veinte artistas dialogan con los misterios del cerebro
Son noticias de las últimas semanas, incluso de los últimos días: la Policía española usará una herramienta automática de reconocimiento facial para identificar a sospechosos a partir de una imagen, el uso de algoritmos avanzados de inteligencia artificial concluye que las huellas dactilares determinan con una fiabilidad del 70 por ciento el riesgo de esquizofrenia, identifican diferencias en la actividad espontánea del cerebro en las personas con síndrome de Down... El cerebro y las mil ramificaciones del órgano más complejo siguen siendo un gran misterio. Un objeto «fascinante y desconocido», según Pablo Gonzalo , responsable de conocimiento y cultura digital de Fundación Telefónica, que esta semana ha presentado en Madrid 'Cerebro(s)', una exposición que ha seducido a 90.000 visitantes en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) y que ahora aterriza en el Espacio Fundación Telefónica de Gran Vía. Durante seis meses, hasta el 11 de junio, la anatomía del cerebro será protagonista en Madrid, desde los estudios iniciales del órgano, con réplicas de cráneos del Neolítico o menciones a las teorías frenológicas de principios del siglo XIX, hasta el funcionamiento de la mente más allá del cuerpo humano: las inteligencias artificiales, las colectivas, las de los animales... Son en total doscientas piezas que dialogan con veinte creaciones de artistas contemporáneos como Tomás Saraceno, Ivana Franke, Joan Fontcuberta o Marta Revuelta . Esta última, siguiendo los nuevos patrones de reconocimiento facial, ha creado unas proyecciones de rostros que se corresponden con los modelos de reconocimiento facial que están empezando a emplear las fuerzas de seguridad. «Se basan en fisonomías que siguen los patrones que usó la frenología en sus tiempos: una pseudociencia que se aplica ahora en seguridad», señala la artista. Fontcuberta y Pilar Rosado , en otra de las piezas expuestas, propone una serie de reinterpretaciones de obras del Museo del Prado generadas mediante un algoritmo. O, dicho de otro modo, a partir de modelos informáticos que emulan el funcionamiento de nuestro cerebro y el proceso de aprendizaje. Son «resultados extraños, a veces oníricos, a menudo surrealistas», se explica en la cartela. «Creaciones que nuestra imaginación no podría anticipar» y que «desacralizan el paradigma de la creatividad y el arte». Arte y ciencia De arriba abajo, dos obras incluidas en la exposición y el espacio dedicado a Ramón y Cajal ABC La reflexión sobre el cerebro permite navegar entre los mundos de la ciencia y el de las humanidades, reflexiona Judit Carrera , directora del CCCB: «Esta exposición busca crear un debate multidisciplinar». ¿Cuándo surge la mente humana?, es una de las preguntas que tratan de responder en esta muestra comisariada por el físico y biólogo Ricard Solé y Emily Sargent , directora de exposiciones de la Wellcome Collection. ¿Qué es un cerebro y cómo funciona?¿Cuál es su arquitectura?Pero no son estas las únicas preguntas que se destacan a lo largo del recorrido. Otras tienen que ver con la memoria y el lenguaje. ¿Por qué algunas personas son capaces de recordarlo todo? ¿Por qué no podemos recordar nuestros tres primeros años de vida? Otras, con la percepción de la realidad. ¿La inventamos? Otras, con los mundos oníricos, donde «todo es extraño y aterrador», como dice un fragmento de la película de 'The Night Walker', de William Castle : ¿Por qué soñamos? Y los nuevos contextos:¿Puede la tecnología enseñarnos algo sobre la relación entre el cuerpo y la mente? Lo extracorporal: ¿Sueña mi gato? ¿Puede un robot reconocerse a sí mismo en un espejo? MÁS INFORMACIÓN noticia Si El Patrimonio español recupera dos Sorollas que salieron del país tras la Guerra Civil noticia Si La Residencia de Estudiantes reivindica a Bores en el 50 aniversario de su muerte Las respuestas, cuando las hay, están en los libros de historia de la salud expuestos en las vitrinas, en ediciones de época; en dibujos histológicos de Camillo Golgi y Santiago Ramón y Cajal , a quien le dedican un espacio propio por los cien años de su descubrimiento de la neurona como la unidad básica de la arquitectura cerebral; o en la exhibición de robots humanoides como 'Robothespian', creado en 2010 para estar presente en museos y teatros. Se muestran también secciones del cerebro de Einstein que se tomaron en su día para comprobar si su inteligencia superior estaba relacionada con su fisonomía anatómica. No existe un único cerebro, concluye la exposición, sino muchos: avanzar hacia nuevos conocimientos abre cada vez más interrogantes.