La estación de tren excavada en las montañas de los Alpes
El Ferrocarril Jungfraubahn recorre vertiginosamente los Alpes Suizos y alcanza la estación a mayor altitud de Europa, la de Jungfraujoch, a 3.454 metros sobre el nivel del mar. El final del recorrido, un espectacular paisaje nevado frente al glaciar Aletsh, es todo un regalo para los ojos, pero todo el trayecto en sí supone ya una experiencia mágica.
Por el camino, los viajeros no solo disfrutarán de unas increíbles vistas desde el tren, sino que podrán bajarse en la increíble estación de Eismeer, excavada en la montaña Eiger. Desde las entrañas de este imponente macizo, los pasajeros podrán asomarse a unas ventanas cavadas en la propia pared rocosa y contemplar el maravilloso paisaje alpino ante sus ojos.
Una increíble obra de ingeniería
La estación de Eismeer se encuentra en el interior de un túnel excavado en la cara sureste del Eiger, concretamente a 3.160 metros de altitud. Esta obra de ingenieria es, por lo tanto, la segunda estación más alta del Viejo Continente.
Antes de llegar a ella, el tren pasará por otra estación similar, la de Eigerwand, ubicada a 2.865 metros de altitud. Sin embargo, los trenes ya no hacen parada en ella desde 2016.
La sorprendente estación de Eismeer se inauguró el 25 de julio de 1905 y ofrece a los viajeros unas sobrecogedoras vistas de las montañas, el glaciar Ischmeer y el mar de nieve y hielo que lo rodea todo. Al llegar, los trenes se detienen durante cinco minutos, tiempo suficiente para que los pasajeros puedan asomarse a esa postal invernal y tomarse alguna fotografía.
Después de esta pausa, el Jungfraubahn sigue su camino hasta el cielo de Suiza, hasta la cima de Europa. El recorrido finaliza en la estación de Jungfraujoch, cara a cara con el glaciar de Aletsch, el más largo de los Alpes.
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