El
Barça estará en
Eindhoven para jugar la final de la
Champions. La tercera consecutiva. Una proeza de equipo, una gesta de Club. Poco importa si ayer el equipo no jugó su mejor partido, ni tan siquiera que por una vez no pudiese pasar del empate, ni que solo chutase dos veces a puerta en todo el encuentro. La fiesta fue completa con
72.262 aficionados que, esta temporada, se lo pasan mucho mejor con las jugadoras de
Giráldez que con las estrellas de
Hernández. Las siete noches que el equipo femenino ya acumula en el césped del Camp Nou han terminado de la misma manera: con vuelta al ruedo para las campeonas. Ayer, con
Alexia Putellas ya en el banquillo, la mejor volvió a ser
Aitana Bonmatí. En el primer tiempo dejó tres regates para youtube. En la segunda parte, cuando el
Barça parecía más nervioso y el
Chelsea se iba arriba, se inventó la jugada que resolvió la eliminatoria. El Barça montó un contragolpe letal. Gracias a un primer toque orientado de
Mariona,
Aitana recibió con espacio, esprintó por el centro atrayendo tres defensas y, cuando las tuvo encima, regaló el pase a la derecha para que
Caroline Graham Hansen marcase el 1-0. La noruega había marcado en Stamford Bridge y volvió a marcar en casa, siendo la jugadora más determinante, la que se reservaba los goles europeos para el momento crucial.
Aitana, que fue aclamada cuando estuvo firmando libros en las paradas de
Sant Jordi, ayer fue ovacionada con el público en pie cuando fue relevada por molestias en el aductor. Toda una temporada tirando del carro hace mella en las piernas. La necesitamos a tope para la final.
Seguir leyendo...