Nuevo juicio en Francia contra el chileno Zepeda por asesinato de su exnovia japonesa: "¡Yo no maté a Narumi!"
El chileno Nicolás Zepeda será juzgado de nuevo a partir del lunes en Francia por el asesinato de su exnovia japonesa Narumi Kurosaki en 2016, un crimen que niega y cuyo principal misterio sigue sin resolverse: ¿Dónde está el cuerpo? Zepeda, de 32 años, fue condenado a 28 años de prisión por el asesinato con premeditación de Kurosaki en abril de 2022, pero recurrió la sentencia de primera instancia. Ahora se expone de nuevo a una pena de cadena perpetua.
Su nuevo equipo de abogados defensores asegura que intentará "dar un giro a la situación" con "otra lectura del caso", una estrategia basada en la citación de nuevos testigos y la presentación de otro informe psiquiátrico.
Las partes civiles esperan otro tipo de desenlace: una "confesión", en palabras de Randall Schwerdorffer, abogado del novio de la joven en el momento de su desaparición y para quien Zepeda se mostró "muy inseguro" durante el primer proceso. El juicio en apelación de este mediático caso a caballo entre tres continentes coincide con el séptimo aniversario, el martes, de la desaparición de la joven japonesa de 21 años en Besanzón (este), donde estudiaba francés.
En la noche del 4 al 5 de diciembre, los estudiantes de la residencia universitaria Rousseau de esta ciudad del macizo del Jura escucharon "gritos de terror" en la habitación 106, la que ocupaba Narumi Kurosaki.
"Parece que estén asesinando a alguien. Tengo miedo", escribió una estudiante a una amiga en un mensaje de texto a las 03H21 de la madrugada. Nadie volvió a ver nunca más a la joven.
"¡Yo no maté a Narumi!"
Para la fiscalía, Zepeda, quien viajó por sorpresa a Besanzón y pasó la noche con Kurosaki, la asfixió o estranguló antes de arrojar su cuerpo al río Doubs, al no superar su ruptura con ella unos dos meses antes.
Posteriormente, habría pirateado sus cuentas en redes sociales para hacer creer que la joven, a quien conoció en Japón en 2014, seguía viva, mientras él ganaba tiempo para regresar a Chile, de donde fue extraditado a Francia en julio de 2020. "¡Yo no maté a Narumi! ¡Yo también quiero saber!", gritó llorando el chileno durante una audiencia muy tensa en primera instancia ante un tribunal de Besanzón, en la que su entonces abogada pareció tenderle la mano para una hipotética confesión.
Pero el tribunal siguió la tesis de la acusación de que una "densidad" de pruebas corroboraban que se trataba de un crimen premeditado: testimonios, datos de telefonía, geolocalización del vehículo que alquiló, etc.
Zepeda, de pelo castaño y aspecto juvenil, deberá responder ahora ante un tribunal de Vesoul (este) durante el juicio en apelación que comenzará a las 09H00 (08H00 GMT) del lunes y durará hasta el 22 de diciembre, tras un primer intento abortado.
A finales de febrero, el presidente del tribunal, François Arnaud, lo aplazó después que Antoine Vey, abogado del acusado, decidiera abandonar el caso y de que el nuevo, Renaud Portejoie, pidiera más tiempo para estudiar sus miles de páginas. "Menos mal que se aplazó el juicio, porque no veo cómo podría haberle defendido de improviso", asegura a AFP Portejoie, quien estará acompañado en la defensa por Sylvain Cormier, después que el letrado Julien Dreyfus renunciara hace dos semanas.