Carlota Ciganda: «Puedo ganar un grande el año que viene»
Poco, o casi nada, tenía Carlota Ciganda (Pamplona, 33 años) pendiente por demostrar. En un deporte de tantos vaivenes como es el golf, la mejor española de la historia lleva ya 12 años asentada en la élite. Pese a ello, 2023 fue su año de coronación, en el que se convirtió en estrella nacional e internacional gracias a, sobre todo, una histórica actuación en la Solheim Cup. Carlota ganó en Finca Cortesín (Casares, Málaga) los cuatro partidos que disputó en el torneo que enfrenta a las mejores europeas con las estadounidenses. La navarra apareció con Europa perdiendo 4-0, y fue fundamental en el despertar de las suyas, a las que le dio el punto definitivo en domingo. En casa, para ganar la cuarta Solheim de su vida (la tercera seguida) y con un desenlace propio de una superproducción de Hollywood. Además, acarició el primer major de su carrera con un tercer puesto en el PGA Championship tras un domingo apoteósico, y capturó su décimo título como profesional en el Aramco Team Series de Florida. Ciganda, que recibirá el Premio AS del Deporte el próximo 18 de diciembre, habla sobre un año mágico para ella.
Pregunta: Recibe un premio en España, donde este año habrá notado un aumento de su popularidad gracias a la Solheim.
Respuesta: Estoy muy contenta por el hecho de que me reconozcan aquí, en mi país. La verdad que sí, muy feliz por recibir este tipo de premios, con muchas ganas de la gala y de disfrutarlo.
¿Cuál es su balance de esta temporada ahora que la ha dado por finalizada?
El año ha sido bueno, yo creo que ha sido un año positivo, creo que he jugado muy bien a golf, muy sólida, muy consistente, y contenta con ello. Feliz también con la Solheim. Sí que me hubiera gustado ganar algún torneo, pero bueno, ha sido una temporada en la que he tenido mucha consistencia y he estado muy sólida en cada torneo.
¿Es usted de darse una nota al acabar el año? ¿Cuál se daría?
Me pondría un 8, o un 8,5. Me ha faltado esa victoria, porque me hubiera gustado ganar en la LPGA, pero por lo demás, en general, bien. Contenta. Sí, sí que le doy vueltas y sí que pienso un poco cómo he jugado, qué puedo mejorar, cómo puedo hacer las cosas mejor. Pero la verdad es que estoy tan cansada ahora mismo (acababa de finalizar el Andalucía Costa del Sol Open de España, su último torneo) que no tengo fuerzas, no creo que pueda pensar mucho, hace falta que pasen unos días, unas semanas y luego hacer un poco de repaso, sí, pensar cómo ha ido el año, qué hay que mejorar y ya preparar 2024.
Habla del cansancio. ¿Cómo de exhausta acaba después de un calendario tan exigente?
Al final empezamos en enero y hasta noviembre no acabamos, con lo cual son 10, 11 meses muy intensos, con mucho viaje, muchos cambios de hora, muchos aviones. Es una vida en la que no paras y no es fácil estar bien cada semana.
¿Qué deberes se pone para la pretemporada?
Me gustaría seguir mejorando un poco de todo. Coger algún green más, coger alguna calle más, meter más putts… Siempre se puede intentar mejorar todo.
Tras su papel en la Solheim, ¿notó que hubo un antes y un después gracias a ese torneo?
Sí que fue una semana muy bonita. Fue increíble, aunque yo me sigo sintiendo igual. Pero sí que es cierto que he tenido mucho reconocimiento. Mucha gente me ha escrito, muchas teles, entrevistas… Así que sí, ha sido importante. Y me alegro de que haya sido una influencia positiva, ojalá gracias a eso más niñas y más gente juegue al golf.
Ahora que ya lo ve con perspectiva, ¿se queda con algún momento en concreto de aquellos días?
Que estuviese allí Chema (Olazábal) tanto el jueves como el viernes me hizo mucha ilusión. Pau Gasol también, que estuviera allí creo que fue muy importante. También estuvo el domingo el Rey, algo muy especial. Con lo cual, sí, que fuera en España y que fuese algo tan grande… Fue muy emocionante y muy bonito.
¿Siente que su actuación en la Solheim es historia de este deporte? ¿Qué piensa cuando probablemente lo que hizo se recuerde dentro de 40 años?
Ojalá que sea así. La verdad es que para mí sí que fue especial que fuera en España, eso lo que más de todo. Pero bueno, no sé cómo lo recordará la gente. Yo creo que, al final, siendo española y jugándola en casa, sí que se recordará.
El año que viene llega cargado de objetivos ilusionantes: otra Solheim, Juegos Olímpicos, los cinco majors…
Me gustaría jugar bien los grandes, ganar uno de ellos. También la Solheim me encanta y quiero estar en el equipo, volver a ganarla con Europa. Y lo mismo con los Juegos Olímpicos, es una semana que me encanta, juego por España. Así que ojalá pueda estar peleando por alguna medalla.
Este año, en el PGA, tuvo cerca su primer major (fue tercera). ¿Siente que en 2024 puede llegar el grande?
Sí, sí, ¿por qué no? Al final llevo muchos años arriba, he quedado tercera en majors los últimos dos años. Entonces, yo creo que opciones hay. Se debe jugar bien, pero creo que se puede.
¿Cuál es su secreto para llevar en la élite desde 2012 y sin grandes bajones?
Secretos pocos, la verdad. Mucho trabajo y más trabajo. Seguir trabajando, seguir creyendo y echarle muchas horas.
En el Open de España se pudo ver a varias amateur españolas, como Andrea Revuelta o Cayetana Fernández, con un gran futuro por delante. Y todas ellas le admiran a usted. ¿Se siente el faro de esta generación tan brillante?
Bueno, sí que soy de las que más años lleva en esto junto con Azahara (Muñoz), y somos dos jugadoras que hemos estado en la LPGA muchos años, con lo que sí que un poco puedo ser esa referencia para las niñas que vienen de atrás. Entonces, no sé, la gente que lo mire como lo vea. Pero sí que siento que se pueden fijar y que puede ser el objetivo de ellas estar algún día en la LPGA.
En este 2023 tuvo un capítulo desagradable con su descalificación de un major (el Evian Championship) por juego lento, y se habló mucho de ello. ¿Cambió algo en su juego a raíz de ello?
Sí que hemos intentado fijarnos en el reloj, jugar un poco más rápido. Pero lo demás lo seguimos haciendo todo parecido.
No se vino abajo tras ello. ¿Cree que está en el momento más fuerte, psicológicamente hablando, de su carrera?
Sí que tengo esa experiencia, que yo creo que sí que te ayuda tras todos estos años. Eso es algo importante y que yo creo que me ayuda.
¿Se fija mucho usted en las estadísticas? Porque este año hay varias que hablan muy bien de su hacer.
Sí que lo miro. Diría que es de los mejores años que he tenido. Muy sólida. He quedado la 10ª en el ‘scoring average’ en la LPGA (sólo nueve jugadoras en el circuito estadounidense promedian una ronda más baja que ella), con lo cual contenta. Y de verdad que muy bien, sí.
Cada vez que juega en el Ladies European Tour es uno de los principales reclamos, como en el Open de España. ¿Qué opina de la posible fusión entre LET y LPGA?
La verdad es que no sé, no sé qué es lo mejor. Yo creo que si se juntan sería bueno para el LET porque, al final, la LPGA tiene mucho poder y es un circuito global. Entonces, bueno, la gente que está ahí arriba que lo valore y vean qué es lo mejor para el deporte.
La última. ¿Qué le pide a 2024?
Mucha salud, que vaya todo muy bien. Felices fiestas a todos y nada, a ver si gano en este año algún grande.