La historia del Cristo de los Faroles de Córdoba pintado en Rusia y que ganó el premio Lenin

La fascinación que despierta Córdoba en los artistas del mundo es prácticamente inabarcable . Una prueba de ello es la siguiente historia. La protagonizan Andrey Mylnikov , un conocido pintor ruso (1919-2012), y el Cristo de los Faroles . Una pintura de tan emblemático lugar forma parte de su trabajo 'Tríptico español', que recibió en 1984 el premio Lenin en Artes Plásticas , concedido por las autoridades soviéticas. Era un importantísimo reconocimiento. Noticia Relacionada Arte estandar No Un banco de azulejos de los Jardines de la Agricultura, en Canadá D.Delgado El London Regional Art Gallery de Ontario expone esta obra inspirada en los hoy deteriorados asientos de los Jardines de la Agricultura, de la artista Jamelie Hassan Según se explica en la web dedicada a este pintor, Mylnikov era un artista que viajaba «a menudo al extranjero». Uno de sus viajes fue en 1974 a nuestro país . En él, quedó «muy impresionado por los maestros españoles que vio en Madrid, Toledo y otras ciudades». No se cita pero la pintura dedicada al Cristo de los Faroles indica que debió estar también en Córdoba. Mylnikov en su estudio web de andrey mylnikov «La vieja y nueva cultura de España asombró a Mylnikov» y al regresar a su tierra natal hizo en 1979 el 'Tríptico español ', que incluye: ' Una cruz en Córdoba ' (en la que unos tonos vivos refleja el Cristo de los Faroles y su icónica plaza en un lienzo de grandes dimensiones: dos metros y medio de alto por dos de ancho), ' La corrida de toros ' y ` La muerte de García Lorca '. En la obra referida a nuestra capital llama la atención que junto al crucificado de piedra, en el ángulo inferior derecho, el artista dibuja una madre con su niño recién nacido , en lo que se presenta como un claro contraste entre la muerte de Jesús y la nueva vida del pequeño. Este trabajo, explica esta web, «se considera el pináculo de la herencia creativa del autor». «En esta obra, que se ha convertido en un hito sorprendente en la historia de la pintura rusa , los temas eternos se revelan con particular intensidad y temperamento: la vida y la muerte, la traición y el amor, el sufrimiento corporal y el renacimiento espiritual», señala este sitio en Internet.