Castilla-La Mancha y Extremadura van de la mano para que el Gobierno convierta en autovía la N-430

Castilla-La Mancha y Extremadura van de la mano en su petición al Gobierno de que transforme la carretera N-430 en autovía y ambas redactarán un nuevo estudio informativo para que esta «necesidad se convierta en una realidad en los próximos años». Este fue uno de los acuerdos a los que se llegó en la reunión mantenida hace unas semanas en Toledo entre el consejero de Fomento de Castilla-La Mancha, Ignacio Hernando, y el titular de Infraestructuras, Transporte y Vivienda extremeño, Manuel Martín Castizo. «No nos valen argumentos como la escasez de tráfico por esta vía, pues al ser una carretera intransitable e insegura no es elegida por muchos ciudadanos, restando capacidad de desarrollo a las comarcas del este de nuestra comunidad», afirmó este viernes Cristóbal Maza Olivera, director general de Movilidad y Transportes del Gobierno extremeño. Se trata de un «problema acuciante», insistió. No obstante, más de 50 municipios de las provincias de Ciudad Real, Badajoz y Cáceres están agrupados en la Plataforma N-430, cuya lista de accidentes de tráfico mortales es aterradora . Aunque no hay cifras oficiales al respecto, se calcula que más de medio centenar de personas se han dejado la vida en ella en la última década. También juntos para impulsar el AVE Otro de los acuerdos entre ambas comunidades fue el de instar al Ministerio de Transporte a acelerar e impulsar «definitivamente y sin más dilación» las obras del AVE hasta Madrid , en el tramo que discurre por el territorio de Castilla-La Mancha. Para ello, y si fuera necesario, por existir «aún discrepancias» en algún tramo urbano, proponen dividir el proyecto en tramos, es decir, «faseados», para que puedan ir avanzando en su tramitación y ejecución, mientras se resuelven los tramos «más rezagados». Asimismo, en la citada reunión se habló de la necesidad de electrificación de la línea de ferrocarril convencional en el tramo entre Mérida y Puertollano, con el objetivo de que pueda estar finalizada en 2027. Dicha ruta será «clave» y conectaría los puertos de ambos extremos de la península mediante los corredores ferroviarios Atlántico y Mediterráneo de la Red Transeuropea de Transporte. Además, se potenciaría el tráfico de mercancías, pero también las «conexiones ferroviarias transversales» de viajeros por la península, evitando el nodo «ya saturado» de Madrid.