Topper sigue ajustando el plantel de su fábrica de Tucumán
Este achique se suma al cese de contratación de 85 empleados que eran personal temporal. La decisión fue tomada por la desalentadora perspectiva de la industria
Topper sigue ajustando su dotación en la planta de Tucumán en la que en 2021 invirtió $ 500 millones. El fabricante de calzado e indumentaria deportiva desvinculó a 32 trabajadores de planta permanente "con poca antigüedad", explicó.
Este achique se suma al cese de contratación de 85 empleados que ocurrió en febrero. Estos trabajadores a los no les renovaron los contratos eran operarios temporales que fueron tomados en momentos de alta demanda y que tenían menos de un año, según aseguraron en su momento fuentes cercanas a la compañía.
La fábrica quedará con 1050 colaboradores y la producción caerá en el orden del 30%. A su vez, según la misma fuente, esta decisión fue tomada como "último recurso" por las perspectivas desalentadoras de la industria ante la caída del consumo tras la devaluación.
"Estamos monitoreando con atención la producción, las ventas y la caída de la demanda. Esperamos que prontamente la situación macroeconómica y del consumo se estabilice. Sin embargo, adecuamos la producción considerando estas variables. Estas últimas 32 desvinculaciones responden a la necesidad de terminar de adecuar el esquema al nuevo contexto. De esta manera, ya contamos con el equipo necesario para nuestro plan 2024", explicó Topper.
"Esperamos que, de a poco, el volumen se vaya recuperando, dada la propuesta de valor de la marca. El precio promedio de la zapatillas Topper es de alrededor de $ 50.000 pero se pueden encontrar zapatillas desde los $ 30.000. En el caso de indumentaria, hay remeras desde $ 8500", señaló.
Tras las desvinculaciones, la planta de Topper quedará con 1050 colaboradores y la producción caerá en el orden del 30% en Tucumán.
La noticia se suma al anuncio en febrero de Acindar, que suspendió la producción de acero por, al menos, un mes en sus cuatro plantas que tiene en el país por la caída de la demanda; y se da en el marco de una proyección de caída de la actividad industrial de un 4% en 2024 debido al menor desempeño de los sectores vinculados al consumo interno y la obra pública, según proyecciones del Centro de Estudios (CEU) de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Según el sindicato, la Unión Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (Uticra), durante el Gobierno de Mauricio Macri, la firma desvinculó a 500 trabajadores -que representaban un tercio del plantel de aquel entonces- y, durante el de Alberto Fernández, manejó sus ritmos de producción con contratos eventuales.
En tanto, datos de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC) demuestran que Topper es la marca número uno en calzado deportivo por venta en volumen de unidades. Cerró 2023 con 33 millones de pares comercializados en esta categoría.
Topper cerró 2023 con ventas por 33 millones de pares de zapatillas deportivas.
En 2021, invirtió $ 500 millones en su fábrica de la localidad tucumana de Aguilares. Parte del desembolso implicó una erogación de $ 80 millones para volver a producir indumentaria en esta instalación que se dedica exclusivamente a desarrollar artículos de Topper.
Fue la primera vez que en sus 50 años de historia activó una línea para producir ropa íntegramente a nivel local, además de calzado (botines y zapatillas). El lanzamiento requirió la incorporación y la capacitación de 30 personas; así como la adopción de maquinarias y la adecuación de un predio de 1000 metros cuadrados.
En 2019, el empresario brasileño Carlos Wizard Martins pasó a controlar el 100% de Topper Argentina luego de que Alpargatas se desprendiera de la marca. La compañía anunció que el presidente de Grupo Sforza hizo uso de la opción para quedarse con el porcentaje restante que aún no estaba en su poder tras haber adquirido una participación en septiembre de 2018. Así, la planta fue vendida por Alpargatas a Sforza al mismo tiempo que le cedió la marca.
En 2022, Topper invirtió $ 80 millones para la puesta en marcha de una línea de ropa deportiva.
De acuerdo a lo informado por la empresa de indumentaria en ese entonces a la Bolsa de San Pablo, la operación se realizó por un total de 260 millones de reales (u$s 64 millones, según la cotización de ese momento, con un pago en tres cuotas), de los cuales quedan descontados los 40 millones de reales que Martins ya había abonado.
Topper tiene un share del 18% del mercado nacional de calzado deportivo y llegada a 1700 puntos de venta entre locales propios en varias provincias, la venta online de la marca y la venta online de cadenas. En 2022, plantó bandera en Uruguay con la apertura de su primer local monomarca. Nació en 1975 y creció de la mano de embajadores de tenistas como Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini, y junto con equipos de fútbol.
Además, fue sponsor técnico de varios clubes campeones, como Ferro Carril Oeste (1982 y 1984), Estudiantes de La Plata (1982, 1983, 2006 y 2010), Independiente (1983), Rosario Central (1986/87), Racing (2001 y 2014), Vélez (2005) y Newell's Old Boys (2013). Su logo también lució en el Independiente campeón de América e Intercontinental de 1984 y en el Estudiantes ganador de la Libertadores de 2009.
Según le anticipó Topper a El Cronista, no va a hacer "inversiones grandes" en 2024, sino que será un año de consolidar volumen", especialmente en el negocio de calzado deportivo, donde falta oferta de botines. La compañía prevé un crecimiento moderado en el negocio general.