Cuando la concentración de genios es tan grande en pista, no puede calificarse como extraña una resolución de partido tan espectacular como la de
Kyrie Irving, capaz de resolver el duelo fraternal entre
Luka Doncic y Nikola Jokic con un gancho en suspensión desde más allá de la pintura y la línea de personal. El golpe de gracia de la estrella díscola de la
NBA finiquitó sobre la bocina un auténtico
thriller entre los
Dallas Mavericks y los
Denver Nuggets, resuelto por 107-105 para el éxtasis de la afición local y gran parte de los espectadores apostados en el
prime time del NBA Sundays en Europa.
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