«Esto es como el juego del gato y el ratón. Cuando tapas una vía, las mafias dedicadas al tráfico de personas buscan otra». Quienes se dedican a la lucha contra este tipo de organizaciones saben que lo que hay detrás es un negocio que trata de maximizar beneficios en el menor tiempo posible, y en el que los demandantes de oferta son continuos por las difíciles condiciones de vida que afrontan, lo que les empuja a contratar sus servicios, en muchas ocasiones, para salvar la vida. «Si una mafia se dedicara a meter a dos personas por semana se podría tirar años trabajando. Pero saben que las vías de entrada son finitas y tratan de explotarlas», comentan fuentes de la...
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