A pesar de encontrarse a muchos kilómetros de distancia de la costa, hay una empresa ubicada en un municipio de la comarca de la Campiña Este de Córdoba que se ha erigido en todo un referente en cuanto al tratamiento y la comercialización de bacalao a nivel local , pero también en el conjunto del país. Albacor lleva más de tres décadas de existencia en Castro en del Río dedicada a la venta de este producto llegado del mar, siendo la actual época de Cuaresma cuando se alcanza su mayor nivel de actividad al ser este pescado un producto muy consumido tradicionalmente antes y durante la Semana Santa . El gerente de la compañía, Andrés Pérez , informó a ABC de que «en las últimas semanas nos encontramos al 100% por la alta demanda que tenemos en estas fechas». Para esta firma se trata de la campaña más importante del año al acaparar en torno a la mitad de su volumen de negocio, según explicó el directivo, quien agregó que en las semanas previas a la Semana hay jornadas en las que alcanzan unas cifras de venta de bacalao que alcanzan los 20.000 kilos . El representante de Albacor explicó que es enero cuando empieza a incrementarse la actividad ligada con este pescado, «aunque es partir del Miércoles de Ceniza cuando se alcanza el momento más álgido de la campaña y la demanda se incrementa considerablemente ». Esto provoca que su plantilla, formada habitualmente por una veintena de personas, se eleve en ese periodo entre un 30 y un 35 por ciento . También hay otros motivos, además de la tradición, que explican el «boom» que se ha generado entre los consumidores con este alimento del mar. Pérez indicó que «el bacalao es un pescado salvaje que tiene muchas propiedades nutritivas y la gente ha visto que es una opción muy interesante para su alimentación, además de que el bacalao es uno de los productos alimenticios más baratos que se pueden comprar en el mercado actualmente y que puede conservarse sin problemas durante un año en el frigorífico». Sus principales mercados se encuentran en toda España, aunque con una mayor intensidad en el caso de la mitad Sur del país. También han incorporado las nuevas tecnologías a sus canales de comercialización a través de su página web, «una vía que crece poco a poco, según declaró el gerente, quien resaltó que «el bacalao tiene mucha estacionalidad , de modo que hay épocas del año en las que se consume mucho y otras no tanto en los hogares cuando suben las temperaturas o una vez pasado la Semana Santa». «Sin embargo, en la hostelería se encuentra en sus cartas durante todo el año», agregó. Sus proveedores se encuentran en el Atlántico Norte, en países como Noruega, Islandia o Islas Feroe . Allí, el pescado se saca del mar en red o con anzuelo, según explicó Pérez, Una vez que llega al puerto, se le quita la cabeza y las vísceras y se abre en canal antes de conservarlo en salmuera . Después se empaqueta y se traslada en camiones frigoríficos a las instalaciones de Albacor en el plazo de una semana. Una vez que llega el bacalao, los trabajadores de la empresa castreña se encargan de terminar el proceso de curación y se clasifica el producto en función del tamaño y de su calidad . El último paso es el secado, la desalación, la congelación o el corte en función de su destino. «Desde que se pesca la pieza hasta que se pone a la venta normalmente transcurre en torno a un mes», según detalló el directivo. Las instalaciones disponen de una superficie de unos 4.000 metros cuadrados y se ubican en un antiguo molino Pérez señaló que sus instalaciones cuentan con una superficie de unos 4.000 metros cuadrados y se encuentran ubicadas en un antiguo molino de aceite. Hace dos décadas adquirieron unos terrenos con el mismo espacio para hacer frente a la mayor demanda que estaban registrando. «Sin embargo, llegó la crisis del ladrillo y esto proyecto se paralizó, pero no descartamos retomarlo en un futuro», aseguró el gerente de Albacor. Este directivo indicó que es habitual que le pregunten el secreto de su éxito en un municipio como Castro del Río sin salida al mar y sin ninguna tradición pesquera. «Es verdad que es algo atípico porque la economía de nuestra localidad se sustenta en el olivar, pero en nuestro caso queda demostrado que, gracias a los medios de transporte y de conservación de los alimentos, ya no hay sitios lejanos en el mundo», subrayó.