Muy buena acción la que ha llevado a cabo recientemente Open Arms, estos catalanes que han transportado toneladas de alimentos a Gaza, y sigue lo de Ucrania. Como sigue la vida diaria por aquí. Esta semana ha sido una nueva demostración de la intensidad que existe en la actualidad blaugrana en diversos aspectos de la actividad del club. El martes, gozada general barcelonista frente a unos italianos, los del Nápoles, que vinieron a Montjuïc a dominar el partido y encajaron tres goles que hacía tiempo que el Barça no los conseguía en la máxima competición europea. Los primeros 20 minutos del partido fueron espectaculares y los más de 50.000 espectadores que estábamos presentes en las gradas respiramos profundamente. El miércoles, de relax y comentarios sobre el partido, y jueves, convocatoria de comparecencia ante la prensa por parte del FC Barcelona y el presidente
Joan Laporta anuncia que su vice
Eduard Romeu se va. Decisión incomprensible en circunstancias normales y no explicada debidamente en la mencionada comparecencia. Sabemos que la situación del club es delicada pero el hecho de que se vaya su principal responsable da sensación de agonía. Y un club como el nuestro tiene que dar sensación de fortaleza y seguridad, aunque estemos viviendo problemas económicos desde hace años. Después de la marcha de
Jordi Llauradó, el hombre de las construcciones y del Espai Barça, que haya dejado el club un peso fuerte en el tema de las palancas no pagadas y ventas no realizadas, hace tener serias dudas del futuro caminar.
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