La procesión Magna se está preparando como uno de los actos más importantes del Año Jubilar 2025 y que, anunciada ayer domingo por el Obispo de Jaén, que congregará en la capital a miles de personas en torno a los veinte misterios del Santo Rosario, manifestados en veinte imágenes, o pasos. El Obispo de Jaén, monseñor Chico Pérez, ha hecho este anuncio inesperado para el público cofrade congregado en el acto del pregón de la Semana Santa este domingo V de Cuaresma, como es tradición en la ciudad de Jaén. En este año, la persona designada por la Agrupación de Cofradías, para tan alto honor cofrade, ha sido el periodista Juan Luis Plaza. Un Teatro Infanta Leonor hasta la bandera acogió este acto que preludia la Semana de Pasión y en el que se han dado cita las autoridades civiles, militares y eclesiásticas del Santo Reino. Para terminar, el Prelado jiennense ha hecho un anuncio inesperado para el público cofrade congregado. Se trata de la procesión magna que se está preparando como uno de los actos más importantes del Año Jubilar 2025. «Preparémonos para el próximo año, donde celebraremos en nuestra Iglesia el gran Jubileo Universal, conmemorando el 2025 aniversario de la encarnación de nuestro Señor Jesucristo, y que lleva como lema: «Peregrinos de la Esperanza» , con multitudes de eventos y peregrinaciones hasta el hermoso templo jubilar, nuestra Catedral». Uno de los grandes acontecimientos jubilares de la diócesis jiennense será la Procesión Magna que «celebraremos, la tarde del sábado 4 de octubre, recogiendo los veinte misterios del Santo Rosario, manifestados en veinte imágenes, o pasos, especialmente relevantes, venidos de toda nuestra provincia jiennense, y que en su momento se irán comunicando conforme haya consentimiento de sus parroquias, cofradías, pueblos y ciudades» ha anunciado el obispo de Jaén. La primicia provocó la sorpresa y el aplauso de los asistentes al pregón. Una procesión que congregará en la capital a miles de personas y con la que se pretende llegar al corazón de muchas personas, tanto con fe como alejadas del cristianismo, y encontrarse con el Señor a través de la plasticidad y la fuerza de las imágenes sacras.