Obama visita por sorpresa a Rishi Sunak en Downing Street
Barack Obama apareció este lunes por sorpresa en Downing Street. El expresidente de Estados Unidos realizó [[LINK:TAG|||tag|||6336186a1e757a32c790c1d9|||una «visita de cortesía»]] de carácter estrictamente privado al primer ministro británico, Rishi Sunak, a su paso por Londres como parte de su labor al frente de la Obama Foundation.
Sunak ha mantenido varios encuentros con el actual mandatario, Joe Biden, pero este ha sido su primer encuentro con Obama. «Creo que el equipo del presidente Obama se puso en contacto y, obviamente, el primer ministro estuvo encantado de reunirse con él y hablar del trabajo de la Obama Foundation», informó el portavoz del primer ministro.
Departieron a solas durante más de una hora sobre otros asuntos, como la inteligencia artificial, acompañados de un clásico té inglés, siempre según Downing Street.
La última visita de Obama al número 10 de Downing Street tuvo lugar en abril 2016, en la recta final de su segundo y último mandato, y dos meses antes del referéndum del Brexit. El líder demócrata trasladó entonces al primer ministro, David Cameron, hoy ministro de Exteriores, que Reino Unido se situaría «al final de la cola» para negociar un acuerdo comercial con Estados Unidos en caso de abandonar las instituciones comunitarias, como finalmente sucedió. Cuatro años después del Brexit, no existe ningún acuerdo comercial entre Washington y Londres.
Obama sugirió en 2016 que el entonces premier estaba distraído por su situación interna mientras Libia se convertía en un «desastre». También confesó haber advertido a su homólogo británico de que la «relación especial» estaría en peligro si su Gobierno no se comprometía a gastar el 2% de su PIB en defensa, en línea con los objetivos de la OTAN.
Cameron, por su parte, se mostró muy duro con Obama en su autobiografía, acusándole de «titubear» en Libia. El canciller no estuvo presente en el encuentro, según la prensa británica.
A su salida del número 10, Obama optó por no responder a las preguntas a gritos de los periodistas, aunque reconoció estar «tentado» de responder sobre el estado de la democracia rusa tras la quinta reelección presidencial de Vladimir Putin.