La Virgen Macarena de Uta Geub se expone en el Hotel Colón durante toda la Semana Santa

El lienzo original del cartel de la Virgen Macarena que la hermandad sevillana encargó a Uta Geub para anunciar la Semana Santa 2024 puede verse desde este fin de semana en el Hotel Colón Gran Meliá de Sevilla, junto con una selección de obras de la artista alemana que tienen algún vínculo con la capital hispalense y/o algún típico de esta tierra. La muestra, que podrá visitarse en la sala de exposiciones del hotel sevillano situada junto a la recepción, permanecerá abierta durante toda la Semana Santa y primera semana de abril. La autora dice que en su lienzo «está floreciendo la esperanza», que el espectador debe encontrar como «en una especie de epifanía visual». Ése es el instante que Uta Geub ha querido apresar en su obra, un primer plano de la Virgen de la Esperanza mostrado como una explosión de colores fuertes y fluorescentes, fieles al estilo de Geub, y otro «perfil menos visible, que hay que encontrar, adivinar·». Esta obra está realizada en acrílico, óleo y pan de oro sobre lienzo e interpela al espectador en un «viaje al interior mismo de la Esperanza», un itinerario que debe seguir a partir de «en uno de los ojos, en el que hay una lágrima menos». Sin embargo, «si la miramos con detenimiento y vamos más allá de lo evidente, descubriremos el secreto: por ahí empieza a florecer la esperanza» . De este modo Geub explica el juego visual que propone al espectador, que debe descubrir un « perfil oculto » de la Virgen de la Esperanza en el cuadro en una suerte de «epifanía visual al final de la cual está Ella siempre». Dicho perfil oculto puede verse en el lado derecho de la obra, perfilado con trazos en pan de oro. «Hay un plano visible y obvio y otro no visible, como la fe misma, que si sabes que está, ahí lo acabas viendo», dice la autora. La artista alemana ha buscado «captar más el aura de la Esperanza que su cara en sí», y para ello prescinde de mostrar su ajuar, la corona, las joyas ni ningún otro adorno que distrajera de lo esencial. Además otorga cierto protagonismo a las tres virtudes teologales a través de sus símbolos –la cruz, el corazón y el ancla– pintadas con pan de oro. «Considero que para la esperanza son necesarias la fe y la caridad; es más, creo que la Esperanza nos da la fe», dice.