Ximo Puig se despide de la dirección del PSPV: "Abrimos un ciclo de esperanza combativa"
El expresidente de la Generalitat y durante 12 años secretario general del PSPV, Ximo Puig, se despide como líder de los socialistas valencianos apelando a la unidad entre sus filas y a la identidad valencianista de la formación. El que ha sido presidente autonómico durante dos legislaturas y ahora embajador de España ante la OCDE en París, cede el testigo a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, en un cónclave en el que el partido ha evitado todo lo posible las disputas internas y trata de arrancar la maquinaria para recuperar la Generalitat Valenciana.
Ha sido su último discurso al frente del partido. El último tras varias semanas de homenajes y actos con la militancia y dirigentes históricos. Arropado por la nueva dirección, ha enfatizado: "Abrimos un ciclo de esperanza combativa" que representa Morant, su apuesta desde el principio: "Es la primera mujer secretaria general del partido, que era una anomalía, como lo es que no tengamos una presidenta de la Generalitat". "Es momento para actualizar el proyecto, renovar equipos y elegir un liderazgo sólido e imparable", ha insistido.
Y en esa idea se ha movido en su intervención. Lejos del derrotismo, considera que este ciclo electoral en el que la derecha y la ultraderecha han conseguido el gobierno autonómico puede ser un breve paréntesis. "Si aprendemos de los errores y hacemos las cosas diferentes, los resultados serán diferentes. Hay posibilidades reales de que sea el ciclo más corto. Ya solo nos quedan 3 años, ya han gastado el 25%", ha enfatizado. Así, "es el momento para impulsar la alternativa, renovar proyectos, hacer equipo" porque los bloques ideológicos en el parlamento "solo están a 38.000 votos de diferencia".
"2024 no es 1995". La idea de unidad ha planeado en todas las intervenciones de los socialistas valencianos. Puig, quien vivió la etapa en la que tras perder el Gobierno autonómico en los noventa el partido inició una etapa fratricida, ha elogiado que en este cónclave los daños colaterales sean mínimos. "Es un congreso hacia afuera, [en busca de] un nuevo pacto para la sociedad valenciana, que libere a las instituciones del sectarismo, la parálisis" en el que se ha instalado, a su criterio, desde el cambio en el Consell.
Puig cree que la sociedad valenciana encara dos desafíos: el populismo y el nihilismo. La idea de que no hay otra política posible, ni otro rumbo. "La extrema derecha está instalada y dirige las políticas del gobierno [autonómico]. A través de la guerra cultural quieren acabar con la cultura. Es la enésima mutación neoliberal", ha denunciado, sobre el pacto de PP y Vox. Para combatir el populismo, ha dicho, "tenemos que ir a las causas del malestar. El futuro depende de que demos con la respuesta".
Puig, quien "no entiende su vida sin este partido", a partir de ahora será "un militante más", se ha acordado de Joan Pastor, primer secretario general del partido; de Ernest Lluch, asesinado por ETA y firme defensor de la vía federalista, que pide al partido potenciar. Citando a Raimon, ha recordado: "Quien pierde los orígenes pierde la identidad". "Nuestra identidad como socialistas valencianos es social y cultural. Debemos defender siempre la justicia social y la lealtad al País Valenciano". "Os dejo en buenas manos", ha concluido.