Más de veinticinco años dan para mucho. Los primeros fueron buenos, con bonanza deportiva, pero el final fue pésimo. Tanto fue así que hasta 65.000 béticos se echaron a la calle para pedirle que se marchara porque ya la gestión deportiva, económica y financiera estaba dejando al club en una crítica situación. Pero al margen de todo eso, Manuel Ruiz de Lopera dejó un sinfín de míticas frases que ahora tras su muerte, algunas, recopilamos, porque incluso en momentos de zozobra, tenía arte para sacar una sonrisa a los béticos… Y a los no tan béticos. - «¡Estábamos en la UVI!» Fue el inicio de un discurso memorable de Lopera. Ocurrió en la balconada de Preferencia del Benito Villamarín en la celebración del ascenso de Burgos en 1994. Ante una multitud de béticos en la explanada, continuaba así: «Nadie daba un duro por nosotros. Yo os entrego a ustedes un Betis libre, limpio, en Primera, de ustedes. Viva el Betis». Exultante Lopera, entonces aún no era presidente, se dirigió a los aficionados como consejero delegado dejando claro quién mandaba en el club. - «Tenéis un jugador que se llama Alfonso cedido al Madrid» En sus primeros años, a Lopera le gustaba presentar la plantilla de cada año en el estadio Benito Villamarín, con la grada de Preferencia abierta para que 'sus' béticos pudieran disfrutar de los nuevos fichajes. Para la temporada 96-97, Alfonso, que había estado cedido por el Real Madrid en el Betis durante el curso 95-96, debía volver al conjunto bético. Pero el empresario de El Fontanal, que ya había fichado a Finidi George, apalabró la compra definitiva del getafense, que regresaría más pronto que tarde. Así se dirigía Lopera a los aficionados: «Ustedes, los béticos, tenéis acolapsada toda La Palmera. Ustedes, los béticos tenéis un jugador que se llama Alfonso cedido al Madrid. Ustedes los béticos tenéis la mejor ciudad deportiva de Andalucía. Ustedes, los béticos, habéis invertido como el tercer mejor equipo de España», comentaba, haciendo referencia también a la construcción de la ciudad deportiva aledaña al estadio Benito Villamarín y a la inversión de la entidad en ese verano de 1996, tras el Madrid y el Barcelona. - «Para que nos quiten a este jugador tienen que cerrar un banco» Otra presentación multitudinaria. La del verano de 1998 tenía un fichaje rutilante, el brasileño Denilson. Lopera dijo que le costó 5.000 millones de las antiguas pesetas y que se lo quitó a grandes equipos, tanto de España como del panorama europeo. El jugador llegaba procedente del Sao Paulo y después de haber formado parte de la selección brasileña que se había proclamado subcampeona del mundo en el Mundial de Francia. «Hemos fichado a un jugador que para que nos lo quiten tienen que cerrar un banco», dijo Lopera sobre el carioca. - «El Betis no tiene nada que ocultar porque lo que come es carne y pescado» Lopera también era el portavoz del Betis. Después de un partido ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón, los dos futbolistas verdiblancos que fueron solicitados para pasar el control antidoping no eran capaces de orinar antes de abandonar las instalaciones del estadio madrileño. Lopera se lo explicaba así a los medios que lo abordaron en la puerta del vestuario. «Pues nada, que no nos han avisado de que había control antidoping en el descanso, como es reglamentario hacerlo. Y a nosotros en el descanso no nos ha avisado nadie. Y como no nos ha avisado nadie, no sabemos los jugadores que se tienen que personar para hacerlo. Ahí están los jugadores sin ducharse, esperando a que avisen para ver quiénes son los que van. Como si quieren que vayan todos, todo el equipo, el utillero, el entrenador… Nuestro delegado ha ido a preguntarle al árbitro, que tiene un sobre con los números de los jugadores, que cuáles son los nuestros, que a ver dónde tienen que hacerse el antidoping. En caso de que me digan que aquí no se lo pueden hacer, nos iremos a La Paz (uno de los centros hospitalarios más conocidos de Madrid) y allí se lo harán los dos jugadores con su carnet de identidad. Del andidoping no nos vamos a ir porque el Betis no tiene nada que ocultar, porque el Betis lo que come es carne y pescado». - «No le hemos dado la alegría a esa gente que tenía el champán preparado para brindar por la muerte del Betis» La 'mejor actuación' de Lopera. Literal. Porque hasta se grabó una 'película'. Algunos años después de llegar al club, salió a la luz un vídeo en el que se escenificaba la dramática tarde del 30 de junio de 1992 en la que 'Lopera salvó al Betis'. En sus oficinas de la calle Jabugo, Lopera presidía una mesa enorme junto a algunos de sus hombres de confianza, Ángel Martín, José Antonio González Flores, Guillermo Molina y el recordado Luis Bellver, además de la secretaria Ana María. La escena al completo no tiene ningún tipo de desperdicio: «Guillermo, llame usted al Banco Hispanoamericano, que no cierren por favor y que no se vaya el director hasta que yo diga, que tenemos una situación que tenemos que resolver. Tengo que pedir una autorización a Madrid, y que no se vaya el director. (Lopera hace una llamada telefónica) Reinaldo, hola. Necesito aproximadamente 800 millones de pesetas en 25 minutos. Los pone Farusa. Después tenemos una reunión en Madrid, yo salgo ya para Madrid, pero tengo que salvar la situación del Betis. El Betis no puede morir porque sería una alegría para mucha gente, y yo ese disgusto no se lo puedo dar a la afición del Betis, que para mí es la más grande del mundo. Ponme una transferencia a la mayor brevedad posible, que tengo que disponer de ese dinero. Salvaremos esto y si los béticos no compran esas acciones, Farusa se hará cargo de esas acciones y el Betis será de los béticos más que ha sido nunca. En el banco esperan la transferencia, allí harán un certificado que se lo tienen que llevar Ángel Martín y Luis Bellver a la notaría porque el Betis tiene que subsistir. (Segunda llamada, ahora al banco) Gutiérrez, ¿te ha llegado una transferencia de 800 millones? ¿La estás recibiendo? A nombre del Betis. Me tienes que preparar un certificado a nombre del Real Betis Balompié por 800 millones. Va a ir ahora a recogerlo el señor Molina, porque nos tenemos que ir corriendo a la notaría. ¿Si se ha reunido el dinero de la gente? Bueno, ya te contaré cómo ha idoesto. Yo tengo el agradecimiento para esa masa del Betis que el que no tenía 10.000 pesetas las ha puesto y el que tenía el pobre 20 también las ha puesto. Y de los que esperábamos más, hemos tenido menos menos. He puesto mi granito de arena y aquí están mis compañeros luchando. Va Guillermo a por el certificado, el Betis está a salvo. No le hemos dado esa alegría a mucha gente que tenía las botellas de champán preparadas para brindar por la muerte del Betis y desde ahora lo vamos a hacer más grande. A mí me colgarán, a mí muchas personas me odiarán, pero el Betis está a salvo», repite esta última frase para terminar, mientras da la mano a Martín, Molina, González Flores, Bellver y a la secretaria. Código Desktop Imagen para móvil, amp y app Código móvil Código AMP Código APP - «Aquí tenéis la caja de herramientas. Tenéis acolapsada toda La Palmera. Este acero, este hormigón, no lleva una peseta de Manuel Ruiz de Lopera, lleva mi sangre» El 1 de enero del año 2000, coincidiendo con el día de su santo, Lopera inauguró a bombo y platillo la obra del Gol Norte y el Fondo del Benito Villamarín, que pasaba a llamarse estadio Manuel Ruiz de Lopera. Rodeado de autoridades, como el entonces Presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, o el obispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, el ya presidente del club se dirigió a los presentes en los siguientes términos: «Ustedes son los culpables de que esto esté hoy aquí (señalando al estadio, que estaba a sus espaldas). Ustedes son los que me llevan en volandas porque me dais el cariño y el aliento para seguir adelante. (Gritos de 'Lopera, Lopera'). Por eso nadie me va a quitar el ánimo de luchar por ustedes. Han querido, o quieren, no sé qué pretenden, desviar la atención a parte del beticismo. Que Denilson se marcha… ¡Denilson no se va a ninguna parte! Tenemos acolapsada toda la Palmera. Llamaban a nuestro estadio 'La caja de herramientas'. Pues aquí está la caja de herramientas, aquí está la casa de los béticos, el palacio de los béticos, vamos a hacer también el equipo más grande del mundo. Porque en el día de mi santo, que es hoy, el beticismo ha votado que el estadio lleve mi nombre. Y eso no lo voy a olvidar nunca. Quiero aclarar a algunas personas que nosotros los que han votado el ponerle el nombre al estadio, que no han sido los accionistas, han sido todos los béticos. Se está construyendo un estadio nuevo y ese estadio va a llevar un nombre, que los béticos han decidido que sea Manuel Ruiz de Lopera. Quiero dejar claro que vamos a seguir la construcción del estadio muy pronto. No es tan fácil la construcción de esta clase de estadio porque estamos construyendo el estadio más grande del mundo. Porque este acero, este hormigón, no lleva una peseta de Manuel Ruiz de Lopera, lleva mi sangre. Y esa sangre se la dejo yo a mis béticos. ¡Viva el Betis!». - «Nosotros paseamos un título y otros una sábana pintarrajeá» Verano de 2005. El Betis ganó su segundo título de la Copa del Rey el 11 de junio al Osasuna en el Vicente Calderón, gracias al histórico gol del trianero Dani. Durante ese año, el Sevilla celebró su centenario, con muchos fastuosos actos y diversos iconos. Uno de ellos fue la bandera del centenario, en la que se podía leer la palabra «cien» y los años 1905 y 2005. En una de sus intervenciones ante los medios de comunicación, Lopera espetó«nosotros paseamos un título y otros una sábana pintarrajeá». La Copa del Rey llegó hasta la boda de Joaquín y Susana Saborido, que se celebró también en ese verano en El Puerto de Santa María. - «El ruso otra vez con la oferta para atrás» Una de sus frases más míticas. Lopera compareció ante los medios de comunicación después del triunfo del equipo ante el Chelsea en el Villamarín gracias a otro histórico tanto de Dani. Al entonces presidente del Betis se le preguntó por muchos asuntos. Uno de ellos, la posible marcha de Joaquín, precisamente al equipo londinense, ya que era un futbolista muy del gusto de José Mourinho. Bravo como cuando tenía algo que decir de forma tan categórica, Lopera dijo que «el ruso (en referencia a Roman Abramovich, presidente del Chelsea) otra vez con la oferta para atrás. Joaquín no se va a ir del Betis, por lo menos, hasta que juegue el derbi, aquí, en el Ruiz de Lopera, y con la camiseta a rayas verdiblanca». - «Me estáis exigiendo que me estáis cansando; estoy muriendo por el Betis» Fue el comienzo del fin de la etapa de Lopera al frente del Betis. En la temporada 2004-05, el equipo bético ganó la Copa del Rey y se clasificó para disputar la Champions League el curso siguiente. Pero en esa campaña 05-06 en LaLiga volvió a coquetear con el descenso a Segunda y a partir de ahí encadenó malas temporadas hasta el definitivo descenso de la temporada 08-09. Los entrenadores y, sobre todo la afición, le pedían fichajes y que mejorara el equipo para no pasar tantos apuros clasificatorios. Fue cuando Lopera espetó en una de sus apariciones «Me estáis exigiendo que me estáis cansando. Que no me entrampo. Estoy muriendo por el Betis». - «Un primo que era bético y un cuñado de Triana» Antigua sala de trofeos del estadio Benito Villamarín. Era la que utilizaba el club con Lopera al mando para presentar a jugadores y entrenadores. El 30 de enero del 2007 daba la bienvenida al esloveno Branko Ilic y al argentino Juan Pablo Caffa. Hablando sobre Caffa y apoyándose en Pepe León, Lopera decía que «tiene la doble nacionalidad, argentina y española, digo italiana (se equivocó). Y un primo que era bético (lo que provocó las carcajadas de los presentes). Y éste (señalando a Ilic), un cuñado de Triana». - «¿Dónde estaban ustedes en el 92?» En esos años de la segunda mitad de la década de los 2000, en los que afloraban las asociaciones opositoras a su gestión deportiva, financiera y social, Lopera ya buscaba vender su paquete mayoritario de acciones y fue muy criticado por eso, ya que estos béticos «notables», como el empresario de la calle Jabugo los llamaba de forma despectiva, entendían que esas acciones se tenían que quedar entre los aficionados béticos. Fue el momento en el que Lopera les preguntaba «¿dónde estaban ustedes en el 92?», aludiendo a que precisamente esos béticos con poder adquisitivo no compraron en el año 1992 la cantidad suficiente de acciones que necesitaba el Betis para seguir existiendo y que las tuvo que adquirir él mismo a través de sus sociedades.
