La marca Real Betis Balompié está ligado a un nombre en la mente de muchos españoles. Ese nombre no es otro que el de Manuel Ruiz de Lopera , uno de los personajes más carismáticos de la historia del fútbol nacional, de perfil similar a Jesús Gil o Lendoiro. Una persona que parece cercana, que sus declaraciones son casi siempre tema de conversación para los futboleros y los periodistas y que su afán de protagonismo acapara más de lo que quizás debiera. Su personalidad estaba por delante a su gestión del club. Era el año 1996 cuando Manuel Ruiz de Lopera llegaba a la presidencia del Real Betis , dejando atrás a José León. Llegaba al mando del club tras haber estado en la Junta Directiva desde 1991, cuando entró para salvar el club poniendo una importante cantidad de dinero. Desde entonces pasó a ser accionista mayoritario a través de Farusa. Los béticos eligen el nombre del estadio En 1997, tras algo extraño que pretendió ser un referéndum, se pone el nombre de Manuel Ruiz de Lopera al estadio . En el acto que tuvo lugar en dicho recinto, los asistentes recibieron unas papeletas a la entrada con las distintas propuestas de nombre para el estadio. Alfonso Jaramillo, directivo en varias etapas del club, y quien llegara a ser socio número dos del club años más tarde, realizó una pregunta a todos los asistentes al evento y la multitud gritaba el nombre de Manuel Ruiz de Lopera, quedando bautizado así la casa verdiblanca. En el año 2000 , tras finalizar las obras de Gol Norte y Fondo que requería la normativa de UEFA para equipos que jugaban competiciones europeas, se realizaba un acto en el que se presentaban las remodelaciones de ambos graderíos y se daba oficialidad al nuevo nombre . El empresario de la calle Jabugo se mantuvo en el cargo hasta 2006 , cuando fue condenado por un delito contra la Hacienda Publica. En 2010 la justicia le embarga sus acciones en el club. Ese mismo año se produce otra votación para que los socios decidieran si debía seguir su nombre en el estadio o preferían otros. Con una participación de 9.926 socios, los béticos se decantaron por devolver a la casa de los béticos el nombre de Bento Villamarín. En concreto, 6.107 votos (algo más del 67%) fueran para este nombre, mientras la propuesta de Heliópolis obtuvo el respaldo de 2.786 socios (30,7%). Benito Villamarín El estadio del Betis volvía a tener el nombre del emblemático presidente de la institución. Benito Villamarín ostentó ese cargo desde 1955 hasta 1965. Durante su periodo logró adquirir en propiedad el estadio, que hasta ese momento se llamaba Heliópolis y era propiedad del Ayuntamiento de Sevilla. En 1961 acuerda con el consistorio el traspaso del recinto por una cantidad de 14 millones de pesetas que avaló el propio Villamarín. Ese mismo año el consejo acuerda poner su nombre al estadio y pasa a ser una de las figuras más relevantes de la historia del club. Benito Villamarín Prieto ha dado nombre al estadio del Betis durante 40 años en dos etapas separadas por 13 años de Lopera.
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