Rusia vive un día de luto por las víctimas del atentado mientras lanza nuevos ataques sobre Ucrania
El Ejército ruso ha lanzado este domingo duros ataques contra Kiev, la capital de Ucrania, así como en la región de Leópolis. La ofensiva, con hasta 57 misiles y drones, se ha producido en el día de luto decretado por Moscú para conmemorar a las 133 víctimas mortales del atentado terrorista del pasado viernes en una sala de conciertos cercana a la capital.
Desde horas después del ataque, el presidente ruso Vladimir Putin ha intentado vincular a Ucrania con el atentado, a pesar de que Kiev niega cualquier implicación, el ataque ha sido reivindicado por una rama del Estado Islámico y varios países como Estados Unidos o Reino Unido han declarado que no hay razones para dudar de su autoría.
"Pese a que el mundo advirtió de ese tipo de ataques terroristas en el territorio de la Federación Rusa el régimen de Putin no hizo nada por evitarlo o está implicado en la organización", ha declarado en la televisión de Ucrania Andrí Yusov, de la dirección de la Inteligencia Militar Ucraniana (GUR). Este sábado, Rusia informó de la detención de 11 personas, incluídos los cuatro autores de la masacre, aseguró que no eran ciudadanos rusos y apuntó a que trataban de huir a Ucrania.
El gobierno británico ha afirmado que tiene "muy poca confianza" en la versión rusa del atentado en la sala de conciertos, según ha declarado uno de los cancilleres, Jeremy Hunt, a la cadena Sky News. "Sabemos que están creando una cortina de humo con propaganda para justificar una invasión aún mayor en Ucrania", ha dicho Hunt.
El hecho de que el Kremlin apuntase sin pruebas y casi de forma inmediata a Ucrania como responsable del ataque, sin embargo, ha aumentado la preocupación de que Rusia utilice la tragedia para redoblar su ofensiva sobre el país vecino, cuya invasión comenzó hace poco más de dos años. Este domingo, la intensificación de los ataques sobre la capital ha confirmado las sospechas.
"Por tercer amanecer consecutivo, toda Ucrania está en alerta aérea y se ha pedido a los ciudadanos que se refugien", ha escrito en X este domingo la embajadora estadounidense en Kiev, Bridget Brink. "Rusia continúa lanzando drones y misiles de manera indiscriminada sin ninguna consideración hacia millones de civiles, por lo que viola las leyes internacionales".
El alcalde de Kiev también ha informado este domingo de explosiones en la capital y ha pedido a los ciudadanos que no abandonen los refugios. Según las autoridades ucranianas, "la defensa antiaérea funciona" y ha logrado repeler los ataques. Éstos también se han producido en la región de Leópolis, al oeste del país.
Andriy Sadovyi, alcalde de Lviv, ha informado en Telegram de que la ciudad no ha sufrido ataques pero la región sí ha recibido el impacto de una veintena de misiles y siete drones que tenían como objetivo "infraestructuras críticas".
La ofensiva rusa también ha puesto en alerta a Polonia. Las autoridades polacas han confirmado una fuerte actividad de aviones y misiles rusos cerca de su frontera, y un misil ha llegado a cruzar su territorio, por lo que se ha puesto en alerta a la aviación de Polonia.
Rusia vive este domingo un día de luto por las víctimas del atentado del viernes. Las banderas en instituciones oficiales rusas y sus embajadas en el exterior permanecerán a media asta en señal de luto, mientras que los actos culturales, deportivos y de ocio han sido cancelados en todo el país.
Según los últimos datos proporcionados por las autoridades, el ataque terrorista ha causado al menos 133 muertos, entre ellos tres niños, y 152 heridos, la mayoría de los cuales siguen hospitalizados, casi medio centenar en estado grave.
Desde muy tempranas horas de la mañana los moscovitas han llevado flores al lugar del atentado en la ciudad de Krasnogorsk, a unos 20 kilómetros del centro de la capital.
El memorial fue creado de manera espontánea el sábado por la tarde y en él los ciudadanos han depositado ramos de flores rojas y claveles en memoria de las víctimas del atentado.
El atentado en Crocus City Hall, reivindicado por el Estado Islámico, es el mayor ataque terrorista sufrido por este país en dos décadas después de la matanza en Beslán (2004).