El racismo vuelve a ensuciar la Liga: «Hay que prohibirles la entrada»
La victoria del Sevilla en Getafe (0-1), triunfo decisivo en su pelea por la permanencia, quedó manchada por los insultos racistas que recibieron Acuña, el lateral izquierdo hispalense, y Quique Sánchez Flores , entrenador del equipo andaluz y extécnico del propio Getafe. Al primero, un grupo de aficionados azulones le llamaron «mono», y al segundo, «gitano». El primero de los descalificativos fue reflejado en el acta de Iglesias Villanueva: «En el minuto 68 tuve que detener el encuentro debido a que se produjeron insultos racistas con palabras como 'Acuña mono' y 'Acuña vienes del mono». Noticia Relacionada estandar No Cánticos racistas contra Acuña y Quique en el Getafe - Sevilla Orgullo de Nervión Estos lamentables insultos racistas en El Coliseum se producen justo en la semana en la que Vinicius rompió a llorar en la sala de prensa de Valdebebas, en la previa del España-Brasil, por el acoso racista que lleva sufriendo durante los últimos años en distintos campos del fútbol de nuestro país: «Venimos reclamando, dentro de lo que es el mundo del fútbol, respeto. Que la gente no venga al estadio a liberarse y decir tonterías. Hay que prohibirles la entrada. El fútbol debe ser un deporte para unir y no para separar», reflexionó Sergio Ramos , a pie de campo. El defensa del Sevilla inició una cascada de reacciones ante unos hechos que vuelven a poner en entredicho la imagen de nuestra Liga. Por eso, el club de Nervión también quiso denunciar estos insultos en su cuenta de Twitter: «El Sevilla FC condena los insultos racistas y xenófobos sufridos este sábado por su jugador Marcos Acuña y su cuerpo técnico durante el #GetafeSevillaFC. #LALIGAVSRacismo». Llegado el turno de la comparecencia de prensa de Quique, que ha sido entrenador del Getafe en tres etapas, la última de ellas muy reciente (2021-2023), el técnico madrileño quiso alzar la voz y denunciar los insultos recibidos en El Coliseum : «Primero, quiero decir que estoy absolutamente orgulloso de cada poro de mis venas que pueda respirar gitano. Una cosa es ser gitano, o parte, y otra es que se utilice como un insulto racista. Me parece aberrante. Aquí, parte del público cree que puede venir a decir lo que quiera. Eso es lo que está pasando en todos los estadios del mundo. Nosotros somos trabajadores que venimos en paz, en un espacio en el que se nos tiene que respetar. Me parece aberrante que en estos tiempos, donde están avanzando tantas cosas, nos agarren para atrás y nos digan cosas que se salen absolutamente de cualquier mínimo espacio de convivencia». El técnico no quiso generalizar y también tuvo palabras de elogio hacia los aficionados que reprocharon esos insultos: «También digo que ha habido aficionados del Getafe que han estado en contra de lo que otros estaban diciendo. Ha habido gente que se ha portado muy bien en la grada, pero si entre todos no hacemos algo no va a haber de que demos a las generaciones que vienen detrás un lugar y un espacio donde puedan decir que van a pasárselo bien y no a insultar». De hecho, Quique no quiso señalar a El Coliseum ni a la afición del Getafe. Su denuncia en voz alta fue más allá: «A los que pretendemos que esto siga siendo un ocio que apasione y que se reúna gente con valores en un foro, no podemos convertirlo en un circo. Además, que sacrifique, señalando con el dedo, a determinados jugadores. Hacen tantas cosas en fútbol, en tantas direcciones, y tan poco en lo que realmente importa... Entiendo que, igual, le tiene que pasar esto a alguien muy grande para que al final se dé un giro y todos los mecanismos de los poderes se pongan a trabajar en esto. Insisto, es lamentable, más allá de que sea en un campo donde he tenido muchas historias». Como las ha tenido, y tiene, Bordalás . El técnico azulón fue también tajante en su discurso: «Condeno cualquier cántico racista sea donde sea, aunque sea una minoría. Esta temporada los hemos oído y sufrido en muchos escenarios. Hasta que no se tomen medidas serias vamos a seguir oyendo insultos…».