¿Qué material se utiliza para fabricar la tela de un paraguas?
Si hacemos caso a la Real Academia Española, un paraguas es un «utensilio portátil para resguardarse de la lluvia, compuesto de un eje y de un varillaje cubierto de tela u otro material, que puede extenderse y plegarse». La referencia más antigua relacionada con un paraguas procede de China . Se cuenta que allí una joven llamada Lu Mei fue la responsable de su alumbramiento. Según la leyenda retó a su hermano a idear algo que les pudiera ayudar a protegerse de la lluvia, lo que la llevó a construir un sencillo bastón de cuya parte superior salían más de una treintena de varillas de bambú unidas entre sí por una tela, lo que otorgaba al paraguas una apariencia de seta. Esta leyenda carece de soporte histórico, si bien es cierto que sí disponemos de referencias que sustentan la existencia de paraguas en China allá por el siglo XI a. de C. Es más, también fueron los chinos los creadores del primer paraguas plegable de la historia hace unos 1.700 años, y los que decidieron usar por vez primera una tela impermeable. El paraguas llega a Europa Con el tiempo, y gracias a la ruta de la seda, el paraguas se expandió hacia otras regiones y llegó a Mesopotamia y Grecia, a pesar de que, en la mayoría de los casos, su utilización fue para protegernos de los rayos solares y no de la lluvia. En la época romana el paraguas se convirtió en un artículo costoso y exclusivo del sexo femenino, tan solo los hombres afeminados se atrevían a lucirlo en público. A lo largo de la Edad Media el paraguas desapareció casi por completo para hacer nuevamente su aparición en el Renacimiento, un periodo en el cual se elaboró con seda y todo tipo de materiales lujosos, ya que lo que perseguían sus propietarios era dar a conocer su estatus social. Paraguas elaborados con Pongee El paraguas está formado, básicamente, por cuatro estructuras: mango, eje, varillas, camillas y el dosel. Los camilleros son los encargados de abrir y cerrar el paraguas, para ello están conectados directamente a las varillas, permitiendo que se expandan y retraigan con suavidad. En cuanto al dosel -la parte que nos protege de la lluvia- puede estar confeccionado de diferentes materiales, desde el nylon al poliéster, pasando por el algodón o el tejido Pongee. La elección de cada material dependerá de las necesidades y de las preferencias del cliente. Así, por ejemplo, el poliéster ofrece una excelente resistencia al agua, mientas que el nailon proporciona mayor durabilidad. En cuanto al Pongee, es el tejido que proporciona un tacto más lujoso y una mayor resistencia al agua. Esto se debe a que tiene una estructura compacta, que crea con las gotas de agua un ángulo de contacto superior a 90 grados, lo cual impide que se adhieran a la superficie. Etimológicamente Pongee procede de la voz china pen-shi, que significa telar casero utilizado en la fabricación de la seda. En japonés se conoce como habutai, que puede traducirse como 'suave' y es que, precisamente, el Pongee es una tela de seda ligera, suave y tupida. Generalmente es de color blanco o natural, tonalidad que se emplea como base para pintar o estampar sobre ella. MÁS INFORMACIÓN noticia No No es un asteroide, ¡es un trozo de Luna! noticia No Pablo Álvarez se convierte en el primer astronauta español en 30 años La tela Pongee, tanto en su versión natural como sintética, posee además una excelente capacidad de secado, lo cual previene la formación de moho y hongos, prolongando la vida útil de un paraguas.