Con un aura de celebración y nostalgia, Pablo López encendió con la luz de su propia voz el escenario del Fibes en Sevilla, en una noche que prometía ser mágica desde el momento en que el primer acorde resonó en el aire. El cantante, compositor y pianista malagueño, que marca un hito importante en su carrera este año al celebrar una década en la industria musical española, no defraudó a sus seguidores sevillanos, entregándose por completo a su público. Antes del concierto, el ambiente estaba cargado de emoción y expectación. Desde las horas previas, los alrededores del recinto se veían inundados por una marea de fans ansiosos por presenciar el espectáculo. Dentro del recinto, los nervios y la emoción se intensificaban a medida que se acercaba la hora del concierto, con susurros y sonrisas nerviosas entre el público, que comentaban el peculiar escenario repleto de instrumentos, luces y cajas con pintadas de los sitios en los que el malagueño ya ha actuado durante esta gira. Diez años de emociones Todos esperaban con impaciencia el momento en que las luces se apagaron y la música de Pablo López inundó el escenario, transportándose a un mundo de melodías y emociones. No hacía falta más que un par de focos iluminando la silueta del cantante y 'Ella' para levantar la primera gran ovación del público. El concierto fue un encuentro íntimo y cercano con Sevilla, donde la conexión entre el artista y sus seguidores se palpaba en cada tema. 'El niño' fue uno de los momentos más especiales de la noche, ya que todas las manos ondeaban de un lado a otro en el aire. Durante todo el concierto no faltaron los famosos golpes que López da sobre el piano, pero tampoco los continuos agradecimientos a los asistentes «gracias por estar aquí, uno cuando viene camino de Sevilla, sabe que va a pasar algo bueno», confesó el cantante. Tan solo tres canciones aguantó el público sentado en sus asientos, ya que cuando empezó 'Suplicando' toda la platea se puso de pie para saltar. Fue tal la complicidad con su público que el malagueño no dejó de hablar durante las dos horas de espectáculo, incluso se atrevió a llamar a su madre por videollamada para que viera el ambiente. Un viaje a través de sus canciones 'Lluvia en el cristal' devolvió algo de calma a la noche, pero se vio interrumpida cuando empezó a sonar 'El patio', tema que fue cantado con gran entusiasmo por los sevillanos, pero supieron guardar el silencio cuando López, decidió interpretarla sin micrófono. Acompañado por cinco músicos, Pablo López logró crear una atmósfera aún más íntima, sumando un toque de magia especial a la noche sevillana. A pesar de que tan solo hace unos cinco meses que el malagueño actuó en Sevilla, durante la semana de los Latin Grammy, el público lo recibió con una energía única y con continuos piropos y gritos. Cada canción interpretada por López fue cantada por todos los asistentes presentes en el auditorio, que se vieron sumergidos en la potencia de su voz y en la profundidad de sus letras. Estos mismos no escatimaron en muestras de afecto y reconocimiento, entregándose por completo al artista y brindándole ovaciones tras cada actuación. Para interpretar 'Mama no' y 'Te espero aquí', López dejó a un lado la guitarra para coger la guitarra y acercarse un rato a los fans que ocupaban las primeras filas. Dando lugar al que sin duda fue el momento más romántico de la noche, cuando uno de los chicos que se encontraba en esos asientos aprovechó para pedirle matrimonio a su pareja . El concierto continuó cuando Pablo López volvió al piano lo que provocó que el público se pusiera de pie durante 'Vi', 'Tu enemigo', 'El mundo' y 'El abrazo más grande de todos los tiempos'. Aunque también se atrevió a cantar 'Diamonds' de Rihanna. Desde los primeros compases hasta el último acorde, los fans sevillanos se vieron inmersos en la música y la emotividad que caracteriza el repertorio del artista. López no solo recorrió éxitos consolidados de su trayectoria, extraídos de sus álbumes, sino que también presentó sus nuevos éxitos como 'Abril sin anestesia' o 'Mira como bailan' piezas cargadas de emotividad y autenticidad. Una noche para el recuerdo A medida que avanzaba la noche y cada vez estaba más cerca el final del concierto, el público se entregó aún más , 'La niña de la linterna' convirtió el Fibes en un mar de luces que iluminaban cada rincón del recinto, incluso con los focos del escenario apagados. Tras un breve descanso, el punto y final de la noche llegó al compás de 'La mejor noche de mi vida', 'Lo saben mis zapatos' y 'Mira como bailan', que dejó sin aliento a los fans que saltaron durante toda la última canción. Este concierto en Sevilla no solo fue un tributo a una década de carrera exitosa para Pablo López, sino también una muestra de su vigencia y relevancia en la escena musical española. Con cada nota, el artista demostró por qué se mantiene en lo más alto de la industria, conquistando una vez más el corazón de sus seguidores sevillanos . Tras esta noche inolvidable para muchos, el público ya aguarda con ganas un nuevo reencuentro con Pablo López, que promete volver a ser el abrazo más grande de todos los tiempos.