El comisionista del “caso Koldo” ya puede acceder a sus coches de lujo: dos Ferrari, un Porsche, un Land Rover y un Audi
Un auto del juez instructor de la Audiencia Nacional da el visto bueno para que le entreguen los seis vehículos de alta gama confiscados
Víctor de Aldama, el supuesto comisionista y conseguidor del “caso Koldo”, ya puede conducir, vender o hacer lo que considere mejor con sus coches de lujo que el juez le confiscó en marzo. Se trata de un Ferrari Portofino negro, un Ferrari F12 rojo, un Land Rover - Range Rover, un Porche - Macan GTS, un Audi A8. El único modelo "más humilde" entre sus automóviles de alta gama es su Vokswagen Golf R32, que también está a su disposición.
El magistrado Ismael Moreno, que instruye el procedimiento penal en la Audiencia Nacional (AN) ha indicado a la Policía en un auto fechado ayer 13 de mayo al que ha accedido LA RAZÓN que "disponga lo necesario para proceder a la devolución a sus legítimos propietarios de los vehículos”, que fueron incautados en el marco del operativo policial, con registros y detenciones a las personas implicadas en la trama para el cobro de mordidas.
La decisión de entregar los vehículos de alta gama la adoptó la Sección Segunda de la Sala de lo Penal del tribunal el 9 de mayo, al estimar el recurso de apelación que interpuso la defensa del empresario investigado en el “caso Koldo” contra un auto del juez instructor. El magistrado se oponía a devolver los seis coches de lujo.
Los vehículos fueron intervenidos en el marco de las diligencias realizadas para investigar la presunta trama para el cobro de mordidas en nueve contratos públicos formalizados por el procedimiento de emergencia durante la pandemia, unas adjudicaciones que habrían generado ingresos por 53 millones de euros a la empresa Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas SL.
Víctor de Aldama es uno de los empresarios investigados y los informes señalan que tenía un "pase especial" en el Ministerio de Transportes cuando se firmaron los primeros contratos bajo sospecha. Junto a Koldo García y a José Luis Cueto supuestamente utilizaron un entramado societario para el cobro de esas mordidas. Aldama era el conseguidor, tenía buenos contactos y fue quien buscó proveedores de mascarillas con intermediarios de distintos países. También arregló lo del transporte aéreo gracias a sus nexos con Air Europa y Globalia, según recogen los informes policiales.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil cree que utilizó dos sociedades sin apenas actividad en los años anteriores a las adjudicaciones para facturar más de 6,7 millones de euros del dinero de los contratos. Estos ingresos equivalen al 13% de los fondos bajo sospecha, según consta en el sumario de la Audiencia Nacional.
A través de una de esas sociedades, Aldama habría adquirido los coches de lujo que llevaba meses reclamando para que le fueran devueltos. Tras la negativa inicial del juez Moreno, ahora ya podrá volver a disponer de sus seis vehículos de alta gama.