Sospechoso de crimen de Emilce usó engaños para llevarse a otras mujeres, relató hermana de víctimas
Eran los primeros días de agosto de 2004 cuando un hombre de apellidos Valverde Chinchilla, de 27 años, abusó y enterró viva a una adolescente de 15 años en La Olla de Ciudad Cortés, en Osa, Puntarenas. La muchacha logró salir de la fosa y denunciarlo. Por ese intento de homicidio y la violación agravada, purgó 16 años en prisión.
En 2020, Valverde obtuvo su libertad y pocos meses después fue asesinada Estrella Dayana González Araya, hermana de la primera joven agredida. Él se convirtió en el principal sospechoso pues lo vieron con ella horas antes de que se perdiera el rastro de la adolescente de 16 años en playa Garza de Osa. Aunque fue enjuiciado, quedó en libertad por duda.
Cuatro años después, en mayo del 2024, Valverde se convirtió en el presunto responsable de asesinar a Emilce Soto Jiménez. El paradero de la señora se desconoce desde el 9 de marzo, cuando salió a hacer un mandado en su bicicleta. La Policía Judicial presume que él la ultimó y lanzó su cuerpo a un río en Palmar Sur de Osa; sin embargo, el cadáver no aparece.
En entrevista con La Nación, Sara Chinchilla, hermana de las dos primeras víctimas de Valverde, sostiene que este sujeto dejó una mancha oscura en su familia y asegura que, en todos sus ataques, el hombre usó la misma estrategia para llevarse a las mujeres y atacarlas sexualmente.
18 años por violar y enterrar joven
Hace 20 años, la familia de Sara llevaba una tranquila vida de campo en Playa Garza, a 245 kilómetros de San José. Conocían a Valverde, quien mantenía una relación sentimental con su madre y se mostraba como un hombre normal. “Nosotros vivíamos en Osa y, primero, él era vecino. Después se empezó a relacionar con mi mamá y tenían una relación normal, era nuestro padrastro”, relató Sara.
Cuando un tío de ellas fue condenado a prisión, Valverde aprovechó para ganarse la confianza de la hermana mayor. Para cometer ese primer delito, le aseguró a su víctima que la causa de la condena del tío era por culpa “de una brujería que estaba enterrada”. Este hombre convenció a la hermana de Sara y Estrella Dayana de que conocía a alguien que “los podía guiar” a donde estaba esa brujería y que, al desenterrarla, su tío saldría de inmediato de la prisión.
Un día, él tomó su bicicleta y llevó a la hermana de ellas al sitio. Según comentó Sara, él ya había planificado todo, pues en el lugar donde supuestamente estaba la brujería, previamente había hecho un hueco.
“El hueco estaba bien adentro de la propiedad. Él le dijo ‘vea, por aquí está, entre más adentro’, y ya era más oscuro porque eso fue tipo 5:00 p.m. Cuando la tuvo adentro, la empezó a amenazar”, narró Sara.
En ese momento, ella intentó escapar de la agresión sexual, pero el hombre le decía que si ella escapaba, mataría a toda la familia. Procedió a golpearla con una pala en la cabeza, dejándola inconsciente, y luego la metió en el hueco previamente excavado y la enterró, sin saber que ella estaba viva.
Mientras eso ocurría, la joven recuperó la conciencia y procedió a taparse la nariz para no ahogarse con la tierra. Cuando vio que este sujeto se había ido, se quitó la tierra de encima y salió a pedir ayuda.
Por este hecho lo arrestaron y se sometió a un proceso abreviado, aceptando una condena de 18 años. Sin embargo, antes de ser encarcelado, amenazó a su víctima diciendo que acabaría con todos.
16 años después: “Dios me cambió”
En 2020, dos años antes de lo previsto, y gracias al buen comportamiento, Valverde salió de la cárcel. Según cuenta Sara, en aquel entonces el sujeto se volvió a acercar a la familia, asegurando estar arrepentido del acto que cometió contra la joven, que para ese año ya tenía 31 años. Dijo a la familia que después de tantos años, “Dios me cambió”.
En ese momento, Estrella Dayana tenía 16 años y vivía junto a su madre y otro hermano cerca de playa Garza, en Osa. Según menciona Sara, cuando pasó el abuso de la hermana mayor, Estrella Dayana no tenía conciencia de lo que sucedía y “posiblemente ni se acordaba, pero sí conocía la historia”.
Sara asegura que apenas se enteró de que ese hombre había salido de la cárcel, ella y su hermana salieron “huyendo” de la comunidad. (...) Yo le intenté decir a mi otra hermana (Dayana) y a mi mamá que nos fuéramos porque ese hombre es malo, pero no quisieron y no se pudo”, agregó.
Un día, Estrella Dayana llegó donde su mamá pidiéndole ropa de hombre. La madre de la joven le dio ropa de quien en ese momento era su compañero, pero ante la duda, la madre le consultó para qué la quería y la menor se limitó a responderle que “había encontrado un maletín con plata”.
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Luego de eso, Estrella Dayana desapareció y testigos señalaron a Valverde, pues la última vez que vieron a la muchacha fue en compañía de ese hombre, cuando viajaban en una lancha desde Coronado de Osa hasta Playa Garza. Luego habrían visto al sujeto salir de una finca, pero ya sin ella.
Días más tarde, un finquero encontró el cadáver de la adolescente al limpiar un pozo en su propiedad en Playa Garza. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición, cubierto con un montón de palos y cocos.
Por este hecho, Valverde enfrentó un juicio, pero fue absuelto por dudas. Sin embargo, el Departamento de Prensa del Poder Judicial confirmó que el Tribunal Penal de Golfito resolvió varias apelaciones y dispuso que se realice un nuevo debate para juzgar el caso. La fecha del mismo no ha sido señalada.
Emilce y brujerías
Ahora la Policía presume que la última víctima de Valverde es Emilce Soto Jiménez, de 48 años, quien desapareció el 9 de marzo pasado en Palmar Sur de Osa. Aunque sus restos no han sido hallados, el Organismo de Investigación Judicial confirmó que se trató de un asesinato.
Una de las hipótesis que las autoridades manejan sobre este caso es que ella padecía de algunos dolores y Valverde también la habría convencido de que con brujería o hechicería se le quitarían esas molestias.
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“Yo leí que a Emilce le hizo algo parecido, que una brujería o un poco de cosas como esas, igual que como lo hizo con mi hermana mayor, y parece que la llevaba igual a desenterrar algo, o a buscar a un hombre que conocía de esas cosas”, agregó Sara.
Días después de la desaparición, una fuente cercana al caso confirmó a La Nación que el individuo buscó al compañero sentimental de Emilce y le dijo que “no la buscaran”, ya que supuestamente ella se había marchado a otro lugar. Esto lo convirtió en el sospechoso principal y la Policía Judicial le decomisó su teléfono celular.
Semanas después, capturaron Valverde, hoy de 47 años, en su vivienda y le dictaron tres meses de prisión preventiva, mientras continúa la investigación.
“Desde que ese hombre salió de la cárcel por lo de mi hermana mayor, ya sabíamos que él iba a actuar porque lo había dicho. Luego pasó lo de mi otra hermana (Estrella Dayana). Hemos vivido con miedo, encerrados, esperando a que volviera a atacar. Con el juicio de Estrella Dayana no tenemos los medios para pagar un buen abogado que junte las pruebas y pueda hacer algo. Nos sentimos impotentes sin poder hacer algo”, finalizó Sara.