Comparece Rafael Nadal apenas unos minutos después de despedirse de la Philippe Chatrier, quién sabe si por última vez, en primera ronda. Derrota ante Alexander Zverev por un rival excelente y una lógica falta de rodaje competitivo, pero honor en ese adiós tan temprano que es inédito, pero que ejemplifica muy bien lo que es este Nadal a punto de cumplir los 38 años. «No he tenido malas sensaciones. Estaba listo por más de lo que he podido hacer al final porque he perdido en primera ronda. Pero es lo que hay cuando no eres cabeza de serie puedes jugar de inicio contra los mejores del mundo. No he tenido limitaciones estos días, y hoy en el partido tampoco. Mucho mejor que en los torneos previos. Pero tenía un gran rival enfrente. He hecho lo que he podido. He sacado para el segundo set, un break en el segundo set, opciones», analizaba el partido, decepción en su rostro porque estaba listo para mucho más: «No he estado tan lejos, es lo que siento. Estaba preparado par construir mi confianza día a día, pero no he podido hacerlo porque tenía un gran rival enfrente. He jugado a un buen nivel en todos los aspectos. Feliz por ello, pero decepcionado por la derrota. Contento por terminar bien físicamente. Me siento en paz conmigo mismo después del peor proceso de mi carrera para construir el sueño de un Roland Garros más». Consciente más que nadie de que ocho partidos en tierra batida no eran suficientes, sobre todo porque solo hace una semana que entrena con normalidad, con libertad de movimientos, después de un proceso durísimo en el que ahondó más de lo que a veces ha hecho en otras ocasiones: «Para mí es difícil dar un nivel mayor ahora mismo en la primera ronda. Es normal cuando no juegas casi torneos en dos años. Tienes que practicar estas cosas, pero lo haces con estos jugadores: energía, concentración. Y eso se gana compitiendo más. Y he venido desde el punto más bajo posible. La mayoría de las veces de otras lesiones he sentido que podía estar bien desde el primer día, pero esta vez esta ha sido la primera semana en la que he podido entrenar bien y libre. He podido construir este nivel, pero no he tenido más tiempo para continuar progresando». Noticias Relacionadas estandar No El adiós al mayor héroe de París Diez minutos de emociones inolvidables en la pista central José Carlos Carabias estandar No Los verdugos de Nadal Zverev y el exclusivo club de elegidos que han podido con Nadal en París Laura Marta Así que sus sensaciones varían entre la satisfacción del intento, pero la decepción de no haber llegado a tiempo para más: «Estoy orgulloso de lo que he hecho. Ayudado por mucha gente. Con muchos momentos bajos de verdad, muchísimos meses de no ver ningún tipo de luz, he mantenido la disciplina y no siempre la ilusión, para ir cada día a entrenarme y hacer las cosas lo mejor que he podido para llegar aquí. Lo he hecho, no ha podido ser, pero no estaba muy lejos de darme opciones reales de hacer algo importante aquí. He hecho un partido bueno, poniendo en perspectiva todo con lo que llegaba aquí. He jugado bien por momentos, otros he cometido errores. No se construye una casa en tres torneos. He tenido pociones de poner el partido en una posición mejor, y no lo he hecho porque Zverev ha jugado muy bien, y porque me faltan automatismos de entender cómo tengo que hacer las cosas». De hecho, se desmarca también por vez primera con una expresión que no le suele gustar mucho, el 'y si...': «No soy un gran seguidor del 'y si' porque no existe, pero estaba preparado para dar paso adelante ganando unos cuantos partidos, en ningún otro torneo lo sentía. Pero he llegado como he llegado de ranking y me ha tocado a este rival, al que hay que felicitarlo». No quiere hablar mucho del futuro en estos momentos, porque no le da todavía la cabeza para pensar más allá de este partido y de cómo reaccionará su cuerpo. «Me tomaré unos días. En mi cabeza está jugar los Juegos y luego me sentaré a pensar», desliza antes de confesar que ir a Wimbledon «sería una mala idea» para ese objetivo de la cita olímpica. Sobre volver a esta Chatrier, pero para competir por una medalla tampoco pudo descifrar mucho: «No sé cómo estaré en un mes y medio. Mi cuerpo ha sido como una jungla en los últimos tiempos. Pero la progresión ha sido buena. Tengo que aclarar mis ideas y tengo que repensar el calendario para estar en los Juegos Olímpicos. Tengo que prepararme para estar bien físicamente para esa cita». Además, sabe que pasará como en Roland Garros, sin ser cabeza de serie, le puede tocar cualquier rival desde la primera ronda. «No voy a tener tres torneos más en tierra y no llego de cabeza de serie. Pero si sigo llegando en unas condiciones físicas óptimas, ojalá un poquito mejores que hoy, y habiendo sentido que llevo un mes y medio más de confianza, tendría que ir a disfrutar de los Juegos. Lo que pueda pasar es una incógnita y acepto vivirlo». Y por eso repite que este no ha sido un adiós, aunque no sea cien por cien seguro: «Eso es por lo que no digo hoy que me retiro. No quiero quedarme con esa sensación de que no me di una oportunidad real. Soy un apasionado de competir, me encanta jugar al tenis. Estoy disfrutando estos momentos que no volverán. Y si disfrutas de las cosas que haces, me siento competitivo y lo suficientemente sano y quiero seguir intentándolo, no sé hasta cuándo. Darme más oportunidades para intentar subir el nivel. Hoy no es el momento de analizar todas estas cosas. Es el momento de aceptar lo que hay». «He estado destruido mentalmente -confesó-. En cuanto a energía y a felicidad personal. Sentí que hubo muchas opciones de que no pudiera volver a una pista de tenis. Pero a partir de Barcelona todo empezó a cambiar y he sido capaz de jugar cuatro torneos. No tengo que hablar de todo lo malo porque hay muchas más cosas positivas, cosas que no habría haber vivido de otra manera y una carrera que no hubiera podido soñar. Me siento muy feliz de todo eso y agradecido». Poco amigos de homenajes, le vale con el cariño sentido en cada pista: «Si me quieren hacer homenaje el año que viene si llego a jugar, perfecto; Mallorca no queda lejos de París, puedo venir si ya no estoy jugando. No tengo el ego tan grande para necesitar el homenaje hoy. Se lo agradezco enormemente, pero no es mi caso. Si esta ha sido mi ultima vez, estoy satisfecho y he disfrutado».
