« Han matado a mi hijo por segunda vez y a mí también . Yo ya estaba muerta en vida pero esto era lo último que podía imaginar». A Sara Sánchez no se le secan las lágrimas ni la rabia ni el sufrimiento. Perder a su niño de 14 años , al que acababa de dejar con sus amigos en un banco de la calle, la sumió en un mal sueño que solo ha ido a peor. El Tribunal Supremo acaba de rebajar la condena al joven que mató a Richi de 34 a 18 años al considerar una «atenuante muy cualificada» la alteración psíquica que padece el autor ( TDH e hiperactividad ). Francisco Juan C. P. , 'Paquito', que tenía 18 años, no solo mató a Richi, también intentó acabar con la vida de otros dos amigos del adolescente, a los que hirió de gravedad. Cuando Sara recibió la noticia la semana pasada no se lo creía. Como cada mañana se levantó en su piso de Getafe y dio los buenos días a su hijo. Tiene un altar en su pequeño comedor para honrarlo. Sus cenizas, una foto de Richi, unas velas, flores y algunos de los objetos que le gustaban al chico, entre ellos una gorra firmada por Omar Montes . Horas después su abogado le comunicó la sentencia del Supremo y desde entonces siente que ha vuelto la pesadilla. «¿Diez años vale la vida de mi hijo, diez años?» , repite en bucle en conversación con ABC. Noticias Relacionadas estandar No sucesos Un bala perdida pudo dejar otra víctima inocente en las Tres Mil como en 2013 Silvia Tubio estandar No Las dos víctimas mortales del tiroteo en las Tres Mil eran padre e hijo Silvia Tubio Ricardo Duro Sánchez , Richi, tenía 14 años cuando lo mataron el 4 de septiembre de 2020 poco antes de las siete de la tarde. Sara acababa de dejarlo sentado en un banco de la calle Ferrocarril de Getafe (Madrid) con dos amigos. Paquito, que tenía 18 años, acompañado de dos menores y el otro grupo en el que estaba Richi empezaron a discutir por una nimiedad. El único mayor de edad de todos sacó una navaja de una riñonera y apuñaló a Ricardo y a sus dos amigos. Al hijo de Sara le seccionó la arteria iliaca izquierda. Cayó desplomado y muerto a 36 metros. Sus dos colegas, de 15 años, podrían haber corrido la misma suerte, tal y como recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid. Ambos sufrieron lesiones muy graves. «Habrían fallecido de no haber recibido inmediata atención médica», señala el fallo. La Audiencia de Madrid condenó a Francisco Juan C. P. en marzo de 2023 a 16 años de cárcel por el homicidio de Richi y a nueve por cada uno de los dos homicidios en grado de tentativa de los otros dos menores, 34 años en total. En junio del año pasado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ratificó esa condena tras el recurso del acusado. Alteración psíquica como atenuante Pero la sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente el magistrado Julián Sánchez Melgar , ha rebajado esa pena: le condena por un delito de homicidio consumado de víctima menor de 16 años y dos homicidios en grado de tentativa de víctima menor de 16 años, con la atenuante de alteración psíquica «apreciada en grado de muy cualificada». Le impone diez años de prisión por el homicidio de Richi y cuatro por cada una de las dos tentativas, en total 18 años de cárcel que a Sara la han sepultado de dolor . «Que se pongan en mi lugar como padres. ¿Dónde están aquí los derechos de los menores? A los asesinos y violadores se les da una segunda oportunidad pero a las víctimas no. Las víctimas somos nosotros , los padres; no quien quita la vida a otro ser humano. Yo no voy a ver cómo habría sido mi hijo». El acusado estaba diagnosticado de trastorno por déficit de atención e hiperactividad, lo que conlleva «una baja tolerancia a la frustración y deficiente control de impulsos que le conduce a la ejecución de comportamientos en cortocircuito, sin que exista una previa reflexión, que limitaba sus capacidades volitivas en relación con los hechos, manteniendo conservadas sus facultades cognitivas», recogen las sentencias anteriores. La Sala explica ahora que «quedaban dos alternativas, la de la simple atenuante, que es la elegida por el Magistrado Presidente a la vista del razonamiento del Jurado, y la atenuante muy cualificada, que permitiría una adecuación más conforme al juicio de imputabilidad ». Y esta es la opción por la que se han decantado los magistrados del TS. «Si le ahorran tantos años de cárcel porque tiene esa discapacidad –continúa Sara- ¿qué va a pasar el día de mañana cuando salga? Va a seguir siendo un peligro para la sociedad».
