La gran paradoja
Europa se está descristianizando a pasos agigantados. Hay un movimiento de erradicación del Cristianismo de todas las instituciones europeas. De la vida social y hasta de las conciencias de los ciudadanos, lento pero imparable e implacable, que va socavando los pilares de nuestra civilización que han constituido su punto de apoyo durante más de dos mil años.