«Hay una visión romantizada del sufrimiento, como si tuviéramos que sacar un rendimiento de ello»
He conocido a Leonor Pérez a través de su «lucha», pero lo entrecomillo porque me gustaría hacer referencia a su autodeterminación. Leonor Pérez, como bien explica ella, vivió una traumática experiencia en la cual tras lo que podría haber sido una sencilla extracción de muela, fue arrebatada de parte de un nervio esencial y poco conocido: el nervio trigémino. Esto trajo grandes consecuencias a su vida, entre ellas, aprender a convivir con el dolor continuo y diario.