La Asociación Unificada de Guardia Civiles (AUGC) ha comunicado en una nota de prensa que en las últimas dos semanas se han detectado altos niveles de legionela en la red de agua de numerosos acuartelamientos de la Guardia Civil en la provincia de Córdoba, como los de Santaella, La Carlota, Fernán Núñez, Nueva Carteya, Lucena, Villanueva del Rey, Espiel, Cerro Muriano, Aguilar de la Frontera, La Rambla, Castro del Río, Cardeña, Iznájar, Monturque, Hinojosa del Duque. Según la nota, la empresa que realiza las pruebas analíticas ha ido comunicando a la jefatura provincial los sucesivos positivos en legionela registrados en todas esas instalaciones, y como consecuencia de ello se han impartido una serie de pautas para el uso del agua corriente hasta que se lleve a cabo la correspondiente desinfección y los resultados de las analíticas sean negativos. Por su parte, fuentes de la Comandancia de Córdoba han informado a ABC de que «no hay ningún tipo de contagio dentro de estos cuarteles»; además han querido aclarar que los niveles víricos son «realmente más bajos» que los que se indican. Como es habitual, la empresa encargada de realizar estas inspecciones rutinarias ya se ha ocupado de activar las medidas preventivas y de eliminación de este virus. Así, se ha prohibido el uso de lavabos y duchas en las dependencias oficiales, además del lavado de vehículos, y se ha ordenado la utilización obligatoria de mascarillas FFP2 si es necesario utilizar las mangueras. Por otro lado, se ha suministrado agua embotellada a las unidades afectadas para su consumo durante los servicios. La Asociación Unificada de Guardias Civiles apunta que «están recibiendo quejas de varios agentes destinados en dichos acuartelamientos por la falta de información respecto a los riesgos concretos de una posible infección por legionelosis, así como por la tardanza en reaccionar y la disparidad de medidas adoptadas en las distintas instalaciones». AUGC considera «cuando menos extraño que se hayan producido positivos en legionela simultáneamente en las instalaciones de tantas poblaciones tan distantes entre sí, sin que al parecer haya afectado a la red general ni a las viviendas». Además, declara que se echa en falta una « intervención más activa del servicio de prevención de la Guardia Civil, ya que ni siquiera se ha intentado averiguar si hay o ha habido casos de infección por legionelosis entre el personal que trabaja en esos acuartelamientos, los cuales, en caso de existir, deberían notificarse a la autoridad sanitaria, tal como se establece en la normativa reguladora.