Uno de cada seis a siete pacientes que toman antidepresivos experimentará uno o más síntomas de abstinencia, como mareos, dolor de cabeza, náuseas, insomnio e irritabilidad causados directamente por dejar la medicación, y uno de cada 35 probablemente presentará síntomas graves. Es decir, el 15% según una revisión sistemática y un metanálisis publicado en ' The Lancet Psychiatry '. El estudio ha tratada de distinguir entre los síntomas causados directamente por la interrupción de la medicación y otros síntomas ' no específicos ' que pueden estar asociados con las expectativas de los pacientes o los profesionales (el efecto nocebo). Noticia Relacionada El plan de Sanidad para reducir el consumo de ansiolíticos estandar No Si tiene ansiedad, que no le receten lorazepam, acuda a un sindicato Nuria Ramírez de Castro El análisis también ha visto que los síntomas de abstinencia que los pacientes describen como graves y que pueden haber llevado a abandonar un estudio o reiniciar el tratamiento con antidepresivos ocurrieron en aproximadamente el 3% (uno de cada 35) de los pacientes que suspendieron los antidepresivos. «Hay evidencias sólidas de que los antidepresivos pueden ser efectivos para muchas personas que padecen un trastorno depresivo. Sin embargo, no funcionan para todos y alguna personas pueden experimentar efectos secundarios desagradables. En aquellas que se han recuperado con la ayuda de antidepresivos, la decisión de médicos y pacientes puede ser dejar de tomarlos a tiempo. Por lo tanto, es importante que tanto los médicos como los pacientes tengan una imagen precisa y basada en evidencia de lo que podría suceder cuando los pacientes dejan de tomar antidepresivos», señala Jonathan Henssler, de Charité – Universitätsmedizin Berlin . Los síntomas de abstinencia del tratamiento con antidepresivos no se deben a que los antidepresivos sean adictivos. La investigación muestra además que las tasas de síntomas de interrupción no son tan altas como algunos estudios y revisiones anteriores han sugerido. Este estudio revisó toda la evidencia disponible sobre la incidencia de síntomas de interrupción y su gravedad al suspender antidepresivos, analizando 79 ensayos con 21.002 pacientes, de los cuales 16.532 suspendieron los antidepresivos y 4.470 recibieron placebo. Síndrome de abstinencia Los antidepresivos imipramina, paroxetina y (des)venlafaxina se asociaron con un mayor riesgo de síntomas graves. Los autores concluyen que el 15% de los pacientes experimentará síntomas de interrupción causados directamente por suspender los antidepresivos. Los investigadores enfatizan la importancia de informar a los pacientes sobre los riesgos de los síntomas de abstinencia, comparables a los de otros medicamentos comunes, y de proporcionar apoyo y manejo adecuado. Además, advierten sobre las limitaciones del estudio, como la variedad de metodologías y la posibilidad de confundir la reaparición de síntomas depresivos con síntomas de interrupción. Alberto Ortiz Lobo, del Hospital Universitario La Paz , en declaraciones a Science Media Centre advierte que el extraordinario incremento en la prescripción de antidepresivos «nos tiene que poner en alerta sobre cómo estamos transformando el malestar humano y cotidiano en una condición médica que tratamos con psicofármacos . Un tratamiento que, lógicamente, provoca efectos adversos durante su consumo, pero también en la retirada, un problema al que apenas se ha dado visibilidad hasta hace unos años». Ortiz Lobo es crítico con el metaanálisis ya que «no aporta datos de aspectos cruciales que influyen en los resultados, como la forma de dejar de prescribir los antidepresivos, los tiempos de tratamiento previo o las dosis de estos». En este sentido, Eduard Vieta , jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic e investigador de CIBERSAM , aunque reconoce que la metodología es excelente pero no exenta de sesgos y limitaciones, mayoritariamente derivadas de las de los propios estudios que se han analizado, señala que considerando que uno de cada seis pacientes puede presentar síntomas derivados de la interrupción del tratamiento antidepresivo, «tanto pacientes como psiquiatras deben evitar interrumpir de forma brusca estos fármacos u optar por otros que no se asocian a este problema».