Ministro del Interior pide “paciencia” en el tema de los homicidios
Nicolás Martinelli, ministro del Interior
En el marco de la presentación de una nueva herramienta para el seguimiento de personas en libertad asistida, el ministro del Interior, Nicolás Martinelli, admitió que el gobierno enfrenta desafíos significativos en materia de delitos.
Sin embargo, destacó que la gestión en seguridad ha “mejorado” respecto a las administraciones anteriores, en alusión a los gobiernos del Frente Amplio con los cuales compara este quinquenio.
“Es mucho lo que se está haciendo. Los procesos no son de un día para el otro. Todo el trabajo en causas lleva muchos años, 15 o 20 años (…) estamos convencidos que este es el camino; tenemos que tener la paciencia de que si seguimos con estas políticas, ojalá se conviertan en políticas de Estado, vamos a llegar a tener niveles delictivos que sean tolerables como sociedad”, afirmó Martinelli.
Cambios en las tendencias delictivas
El ministro subrayó que durante la administración del presidente Luis Lacalle Pou se ha logrado revertir «una tendencia» de 15 años de crecimiento ininterrumpido de los delitos. “Este camino ha logrado frenar, después de 15 años de crecimiento ininterrumpido de los delitos; por primera vez en muchos años este gobierno ha logrado cambiar esa tendencia”, afirmó el jerarca de seguridad nacional.
Según Martinelli, las cifras de delitos como rapiñas, hurtos y abigeatos han disminuido significativamente. “Tenemos más de 7 mil rapiñas menos de cuando arrancó este gobierno. Tenemos más de 30 mil hurtos menos de cuando arrancó este gobierno y tenemos más de mil abigeatos menos”, detalló.
El desafío de los homicidios
A pesar de estos avances, Martinelli reconoció que “tenemos un problema con los homicidios”. Explicó que una de las estrategias para abordar este problema ha sido la reestructuración del departamento de Homicidios, lo cual ha mejorado el nivel de esclarecimiento de casos, elevándolo a un promedio del 63% al cierre del año.
“También estamos trabajando en los barrios a través de un convenio con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) con interruptores de violencia”, añadió el ministro.
Llamado a un acuerdo nacional
En el ámbito político, el precandidato del Partido Colorado, Gabriel Gurméndez, hizo un llamado a un “acuerdo nacional” sobre seguridad, invitando a otros precandidatos a unirse. Según Gurméndez, “todos los uruguayos estamos hablando del tema desde el dolor. El enemigo público número uno es el narcotráfico, es el que está detrás del envenenamiento de los jóvenes con la droga. Frente a ese enemigo común tenemos que dar un enfrentamiento con la mayor potencia posible”.
Gurméndez propuso la creación de un “super Ministerio del Interior” y medidas concretas para combatir el lavado de activos y mejorar las políticas carcelarias. Además, ofreció su disposición para llegar a acuerdos nacionales.
Por su parte, el exministro de Trabajo, Pablo Mieres, enfatizó la necesidad de un consenso, subrayando que “nadie tiene la fórmula mágica” y que se debe seguir trabajando en un acuerdo, “más allá de que estamos en tiempos electorales”.
Consejo de Ministros: enfoque en la seguridad
El Consejo de Ministros, presidido por Luis Lacalle Pou, sesionó recientemente para revisar los logros y desafíos del gobierno. El ministro de Educación y Cultura, Pablo Da Silveira, actuó como portavoz y resumió la reunión, destacando una enumeración de los logros alcanzados y los objetivos pendientes.
Da Silveira mencionó que el presidente pidió “concentrarse en las cosas que se vienen haciendo y generar resultados en los plazos que el gobierno tiene”. En cuanto a la seguridad, afirmó que “se enumeraron las mejoras notorias que hay respecto a los años anteriores en materia de números y las cosas pendientes en las que hay que seguir mejorando”.
Además, se discutió la importancia de la colaboración interministerial para lograr resultados más efectivos, especialmente en áreas como la violencia cotidiana y la presencia de armas.
Al ser consultado sobre la ley de medios, Da Silveira respondió que “no se dijo una palabra” al respecto.