¿De qué murió Beethoven? Científicos analizan ADN de su cabello y descubren la intrigante causa
Hasta la fecha, las causas exactas de la muerte de Ludwig van Beethoven, uno de los compositores más influyentes de la historia de la música, han sido objeto de especulación y misterio. Entre las causas se encuentran la sífilis o el exceso de plomo en su organismo. Sin embargo, un reciente análisis de ADN realizado en 5 mechones de cabello del compositor ha arrojado luz sobre este enigma. Este descubrimiento marca un avance significativo en el entendimiento de la salud y las circunstancias que rodearon la muerte del célebre músico.
Beethoven no solo es recordado por su genio musical, sino también por su lucha contra la adversidad. La pérdida de audición, las molestias gastrointestinales y las enfermedades hepáticas fueron algunos de los obstáculos que el compositor tuvo que superar durante su vida. En 1802, dejó instrucciones para que se hiciera pública la naturaleza de su enfermedad después de su muerte, lo que ha alimentado la curiosidad de los biógrafos y médicos a lo largo de los años.
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¿De qué murió Beethoven, según el equipo científico?
En un estudio publicado en 2023 en la revista ‘Current Biology’, un equipo de científicos presentó los resultados del análisis del ADN de cinco mechones de los cabellos de Beethoven —previamente autentificados—. Tras codificar el genoma del célebre compositor, descubrieron que este tenía predisposición genética a enfermedades hepáticas y que probablemente falleció debido a una infección por hepatitis B, posiblemente como resultado de cirrosis. Dicho hallazgo parece ofrecer la explicación más convincente hasta el momento.
“La enfermedad hepática parece que se desarrolló en los últimos seis o siete años de su vida. Se manifestó primero, en 1821, como un episodio de ictericia de dos meses, y desaparece. Posiblemente reaparece en el invierno de 1824 a 1825, con esas fuertes hemorragias nasales de las que habla. En la primavera de 1825, describe la salida de una gran cantidad de sangre de su tráquea, lo que probablemente indica una cirrosis, es decir, un progreso de lo que sería enfermedad hepática”, explicó en una entrevista Tristan Begg, investigador de la Universidad de Cambridge.
Factor significativo: el consumo de alcohol
En el estudio de la cirrosis que habría contribuido a la muerte de Ludwig van Beethoven, surge un factor significativo: el consumo excesivo de alcohol. Algunos datos que se conocen del estilo de vida y los malestares que sufría Beethoven afianzan está teoría. Por ejemplo, documentos personales revelan que el compositor bebía vino con frecuencia y en grandes cantidades. Un amigo cercano del compositor afirmó que Beethoven consumía al menos un litro de vino diariamente, con las comidas.
“Varios de los contemporáneos de Beethoven insistieron en que Beethoven solía consumir alcohol con moderación. Se alega que un amigo cercano afirmó que, entre 1825 y 1826, Beethoven consumía al menos un litro (‘Misa’) de vino todos los días en el almuerzo. Aunque se sabe poco con certeza sobre el historial médico de la familia inmediata de Beethoven, se han observado antecedentes familiares de dependencia del alcohol y enfermedades hepáticas”, se indica en la investigación ‘Genomic analyses of hair from Ludwig van Beethoven’.
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Autentificación del cabello de Beethoven
En abril de 1826, Beethoven obsequió uno de sus mechones a Anton Halm, con la emotiva dedicatoria: "¡Este es mi pelo!". Posteriormente, las muestras de cabello atribuidas al icónico compositor Ludwig van Beethoven fueron identificadas y rastreadas hasta un coleccionista privado, Kevin Brown, miembro destacado de la American Beethoven Society, Alemania. Cabe agregar que en total 8 mechones fueron sometidos a análisis genómico. Finalmente, se consideraron 5 de estos como genes auténticos, por lo que se pudo secuenciar el genoma de Beethoven con una alta cobertura.
“Las pruebas de relación del ADN autosómico y del cromosoma X demostraron que estas 5 muestras coincidentes se originaron de un solo individuo. (…) Sobre la base de estos datos genéticos, y a la luz de sus historias de procedencia conocidas, concluimos que los mechones de Müller, Bermann, Halm-Thayer, Moscheles y Stumpff casi con certeza derivan auténticamente de Beethoven, mientras que el mechón Cramolini-Brown es casi con certeza no auténtico”, señaló el equipo de investigadores en la citada revista.
A pesar de los avances, los resultados del análisis genético no lograron desvelar las causas fundamentales de la sordera de Ludwig van Beethoven. El análisis genético no solo ha ofrecido una mirada profunda a la vida de Ludwig van Beethoven, sino que también ha descubierto conexiones inesperadas. Los hallazgos han mostrado un vínculo estrecho entre el ADN de Beethoven y los habitantes de Renania del Norte-Westfalia, una región que se alinea con los orígenes ancestrales conocidos del compositor, proporcionando así una confirmación científica de su linaje.