Juan Antonio Pérez Simón y Silvia Gómez-Cuétara: ¿quién dejó a quién?

Así son las relaciones de la alta sociedad: llenas de interrogantes, rumores, envidias, traiciones, intereses y afán por expresar dignidad sin culpa. El multimillonario Juan Antonio Pérez Simón y Silvia Gómez-Cuétara formaron durante 15 años una de las parejas más envidiadas e influyentes entre los círculos más poderosos, pero aquello ya terminó y ahora comienza esa fase tan española de buscar culpables. ¿Quién dejó a quién? Juan Antonio Pérez Simón es un mecenas que posee una de las colecciones de arte más importantes de todo el mundo además de la biblioteca privada más relevante de Latinoamérica. Nacido en Llanes, Asturias, hace 83 años, su familia emigró a México cuando él tenía apenas cinco años y con el tiempo f ue cultivando las amistades más influyentes , incluida la del conocido empresario y magnate Carlos Slim, hasta crear su propio e imponente imperio de las telecomunicaciones. Coleccionista de arte desde su juventud, siempre exhibió un ojo privilegiado para hacerse con obras que al poco tiempo se revalorizarían hasta el infinito. Se casó solo una vez, con Josefina Carreras , madre de su hija María José, y nunca se divorció. A pesar de la ruptura, ambos mantienen una excelente relación, tanto personal como empresarial. Afecto y dinero son lazos que siempre unen. Este empresario filántropo siempre detestó las fiestas con alfombra roja y era más habitual de los estrenos en el Teatro Real y de las visitas a nuevas colecciones. En la última década y media, siempre aparecía acompañado de su pareja, la bella y elegante Silvia Gómez-Cuétara, de 56 años, a la que conoció gracias a su amigo íntimo Carlos Slim y a un tal Felipe González . Este último era íntimo amigo de Luis García-Cereceda , discreto empresario y creador de la mismísima urbanización La Finca, hoy residencia de celebrities, deportistas y demás gente influyente. Murió en 2010 dejando una fortuna de 3.000 millones de euros y una afligida viuda, de nombre Silvia Gómez-Cuétara. La herencia, en atención al testamento, se dividió en un 50% para su hija Yolanda y otro 50% para su hermana, Susana. Y, claro, hubo conflicto. Silvia Gómez-Cuétara solo recibiría en principio el usufructo vitalicio del tercio de mejora del patrimonio de su marido. Sea como fuere, y según se ha asegurado siempre, al poco de enviudar, tanto ella como Pérez Simón iniciaron una relación , aunque las informaciones no acaban de cuadrar. Dicen que llevaban 15 años juntos, pero desde 2010 hasta ahora son 14 años los que han transcurrido. No obstante, lo que parece seguro es que ya no están juntos, según adelantó 'Vanitatis': «El filántropo acudió al cumpleaños de Teresa Bueyes y fue entonces cuando se hizo más pública la ruptura. La información ese día, por aquello de transmitir buenos augurios, aseguraba que la pareja se encontraba en tiempos de espera». Este medio señala que en realidad « la agenda afectiva de ambos había terminado en el mes de marzo », cuando la bella Silvia «atravesaba un momento difícil en su vida personal y familiar y tuvo que cambiar sus prioridades». Decidió separarse después de años de vida en común, algo que Pérez Simón parece que no aceptó, según versiones. Y aquí es donde entra el conflicto de quién dejó a quién y por qué. «Mientras el círculo de amistades de Gómez-Cuétara no daba crédito a cómo había gestionado el empresario la historia sentimental cuando ella más lo necesitaba, el de Pérez Simón negaba la mayor», explica 'Vanitatis'. Llamó la atención ver recientemente a Silvia en el juzgado de Pozuelo tratando temas económicos con un turbante y con un aspecto muy diferente al acostumbrado . Mientras tanto, la versión del entorno de él es bastante diferente, según señala el citado medio: «La situación entre ambos se hizo imposible por supuestas traiciones de la que hasta marzo había sido su pareja. Para Juan Antonio fue muy triste descubrir cuál era la realidad. El tiempo le dará la razón porque es un hombre bueno y generoso». De esta forma, el enredo de filtraciones y opiniones divergentes quedaría así: en entorno de ella afirma que el empresario fue quien dejó a su novia cuando esta más le necesitaba y después de años de atenciones, mientras el entorno de él desliza que hubo lo que humorísticamente algunos califican como 'una persona interpuesta'.