La apuesta de Caputo por el blanqueo para inversión y la zanahoria de los impuestos
El trade off que propone el ministro de Economía: entrar hoy a blanquear capitales e impuestos, con exteriorización y moratoria, a cambio de la promesa de ir bajando los impuestos
En un auditorio colmado de reclamos sobre la reactivación de la obra pública y con una reivindicación a la participación privada en este campo -con pedido de inversión y adhesión al blanqueo-, el ministro de Economía, Luis Caputo, criticó a la oposición por "generar ruido" y a los que piensan que hacer política es "repartir plata".
"Después de 20 años de desastre, eso tiene consecuencias, milagros no se pueden hacer", dijo en la Convención Anual de la Cámara de la Construcción (Camarco).
Caputo repasó la herencia recibida, reivindicó la recuperación del crédito hipotecario y la corrección de la inflación, los despachos de cemento y del índice Construya. "La prioridad era llegar al equilibrio fiscal, porque todos los problemas nacen ahí", subrayó luego de la exposición del presidente de la Cámara, Gustavo Weiss, que reclamó por el nivel de actividad y deudas por obras realizadas que la nación no concretó.
Respecto de la paralización de la obra pública, sostuvo: "Yo sé que todos quieren ver baja de impuestos y obras de infraestructura. Déjenme explicarles. Ese es el costo de lo que se hizo mal todas estas décadas. Había que tomar medidas importantes y dolorosas, pero necesarias".
El ministro volvió a pedir que el sector privado invierta porque eso va a permitir "salir" de la situación actual y detalló: "Recibimos 2.700 obras públicas. De esas, el 77% eran por convenio y la mayoría eran obras menores, baños, cunetas, cordones. ¿Qué tiene que hacer la Nación ahí? Eso no es obras, es política. La Nación tiene que hacer obras que sirvan para el desarrollo".
Sobre el traspaso de las obras a las provincias, detalló que ya se transfirieron más de la mitad, muchas de las cuales tenían importantes niveles de avance.
El blanqueo y los impuestos futuros
"Donde la economía empiece a crecer, les vamos a devolver la plata en baja de impuestos", dijo el ministro y convocó: "Ahora tienen un blanqueo tributario y de capitales. Es una oportunidad histórica para que regularicen las situaciones de sus empresas, sus empleados y personales".
En ese marco, lanzó la promesa de bajar la carga impositiva en el futuro: "Al final de nuestro mandato vamos a haber reducido el 90% de los impuestos de Argentina".
El blanqueo, en tanto, tuvo cambios en su redacción durante las negociaciones en el Senado y las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) dejaron sentadas condiciones de la reglamentación que impulsen obras públicas.
Al ministro lo antecedió Weiss quien subrayó que el sector "atraviesa una gravísima situación económica" hace tiempo y que "empeoró drásticamente a partir de la decisión de la actual administración de paralizar los trabajos". Denunció la paralización en las obras con financiamiento externo y de vivienda privadas y subrayó "el daño fiscal de interrumpir una obra que no sirve para nada si está inconclusa".
Blanqueo de capitales: nueva letra chica y un requisito para impulsar obra pública
El referente sectorial agregó que el panorama no es alentador ante la falta de licitaciones y que hay muchas constructoras en riesgo de desaparecer por la falta de pago de trabajos realizados el año pasado. Sin embargo, destacó los créditos hipotecarios "aún tímidos" y agregó que "la infraestructura no es un gasto, es una inversión", pero que se requiere de "condiciones macroeconómicas de las que, aún, nuestro país lamentablemente carece".