Salamanca: un mirador de diez

Salamanca ha sido siempre una ciudad querida por los fotógrafos y muy generosa con ellos. Hay una nómina excelente de profesionales y amateurs desde ya el siglo XIX hasta nuestros días. La Filmoteca de Castilla y León, ubicada en la ciudad, da fe de ello. Por eso ahora, y siguiendo la estela de las nuevas tendencias y las nuevas tecnologías, Salamanca ofrece una hermosa Ruta de Miradores, ubicada en escenarios muy especiales -torres, puentes, jardines, balconadas, plataformas,...- que otorga la posibilidad de vivir la experiencia única de mirar y mirarnos, de leer paisajes urbanos y/o contemplarlos, de aprehender la ciudad y formar parte de ella. El objetivo: disfrutar en Salamanca de nuevas experiencias turísticas. La Ruta de los Miradores ofrece una atractiva propuesta para maravillarse con una decena de espacios, desde los que se pueden captar las mejores instantáneas de la ciudad. Diez miradores que abarcan toda la ciudad: algunos están abiertos todo el año -son de acceso libre-, mientras que otros requieren entrada previa y unos pocos más sólo son visitables en alguna época del año. Una atractiva propuesta para gozar de estos lugares, pensados no sólo para ver y captar la ciudad a través del objetivo de una cámara, sino para vernos en ella. En los próximos meses está previsto que se instalen, en aquellos miradores que lo permitan, unos tótems para 'inmortalizar' la visita y recoger información sobre el lugar: historias, personajes, fotos antiguas, músicas, etc... Se trata de poner en valor los paisajes urbanos, llenos de belleza, tiempo, naturaleza y vida. Desde el Mirador del Embarcadero, de acceso libre, se puede disfrutar de una impresionante panorámica de la ciudad con las Catedrales al fondo, y si el río lo permite, captar el reflejo de la Catedral en el Tormes. El del Puente Romano es también de acceso libre y permite apreciar la ciudad desde diferentes ángulos.Desde el de Scala Coeli, que se incluye en la visita a las Torres de la Clerecía -con entrada- se pueden contemplar panoramas inigualables de las catedrales, una perspectiva única de las cúpulas y las callejuelas de la ciudad. El tránsito entre ambas torres permite una visión inigualable de Salamanca, con su Catedral al fondo, la Plaza de Anaya y otros edificios de la histórica universidad. Impresionante también la imagen de la ciudad desde el mirador de Ieronimus, al que se accede previo pago en la visita a las torres de la Catedral. La salida al exterior por la Terraza de la Torre Mocha permite observar el Conjunto Catedralicio en todo su esplendor: diferenciar la Catedral Nueva de la Vieja, situarnos a los pies de la Torre de Campanas, contemplar el carácter defensivo de la Catedral Vieja con sus almenas, y divisar el paisaje este-sur-oeste de la ciudad (Puente Romano, río Tormes, Palacio del Obispo, Iglesia del Arrabal…). Desde la Terraza de Anaya se puede contemplar también la cara este-norte-oeste de la ciudad y localizar, entre otras, la Plaza de Anaya, la Clerecía, el claustro de la Universidad de Salamanca y el Convento de San Esteban. Una nueva perspectiva de la capital charra desde la que, además de los hitos patrimoniales destacados, se puede observar el trazado urbano de la ciudad. El Mirador de San Vicente, de acceso libre, ofrece por su parte una perspectiva única del perfil de Salamanca y una amplia vista panorámica de la misma desde la altura del Cerro de San Vicente. El de los Irlandeses es también gratuito. Ubicado en las cercanías del Colegio del Arzobispo Fonseca , invita a sentarse y apreciar la Catedral de Salamanca, el río Tormes y los paisajes que rodean la ciudad. En el de Monterrey, con entrada al palacio del mismo nombre, los visitantes pueden disfrutar de una magnífica panorámica de la ciudad desde uno de sus torreones, para observar las impresionantes chimeneas y la decoración en la parte superior del edificio. El Mirador de Santo Domingo invita sin pasar por taquilla a sentarse y disfrutar de las mejores vistas. Descubre una panorámica inigualable de Salamanca, y permite apreciar la majestuosidad de la catedral y el perfil único de sus edificios históricos. Mientras, en el huerto de Calixto y Melibea encontramos el Mirador de La Celestina, de entrada libre, que ofrece unas hermosas vistas de las Catedrales y de la ribera del río Tormes. El de las Claras, por último, incluido en la visita al Museo de Pintura Medieval de Santa Clara, ofrece otra perspectiva de la ciudad desde una fantástica terraza con vistas a la catedral, la majestuosa Clerecía y el casco antiguo de Salamanca.Esta ruta ha sido creada en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística de Salamanca.