Vitrina Venezuela: Cambio de imagen a escala nacional e internacional
La tecnología ha estado evolucionando rápidamente hasta el punto que, desde los dispositivos móviles, se pueden manejar diferentes funcionalidades de comunicación, transacciones y manejo de información, además de hablar por teléfono. Estamos en una constante adaptación de la nueva informática y la era digital, que influye en ámbito social y cultural de cada persona.
Las comunicaciones deben estar presentes en todo momento, no solo en las situaciones de crisis, por lo que tenemos que estar al tanto de las tendencias y de las nuevas herramientas: en este caso, las distintas redes sociales y programas que van surgiendo y se van actualizando.
La imagen que se transmite hacia el público está afectada tanto por la forma como por el mensaje, por lo que hay que tener cuidado en su manejo para consolidar una imagen y fortalecer la reputación.
En el caso de Venezuela, con una reputación influida por conceptos como “dictadura”, “narcotráfico”, “mala paga” y “mal manejo económico”, entre otros, habrá que hacer un esfuerzo comunicacional, respaldado por resultados concretos que demuestren la transformación, para mejorarla.
La idea es que a través de las comunicaciones estratégicas, el público se sienta identificado y comprometido con la idea de un mejor país en desarrollo.
En general, los ciudadanos venezolanos sienten un profundo rechazo al ver las propagandas del Gobierno. Eso debe cambiar, porque las informaciones de Estado deben ser de interés para cada ciudadano.
Una manera de hacerlo es probar con otro tono para dar los mensajes; es decir, reemplazar la agresividad por optimismo; disminuir las veces y el tiempo que se emitan, y minimizar las cadenas presidenciales informales.
También hay que evitar asumir un juicio de valor político en cada discurso y orientarlo hacia necesidades y resultados; suavizar la imagen corporativa del Estado y no mezclarlo con los colores del partido dominante. También hacer énfasis en responsabilidad civil y normas para la convivencia ciudadana.
El país que queremos construir es uno en el cual el estado haga tan bien su papel que no se note que está allí… el tema del estado presente ha generado un rechazo tal que habrá que mostrar resultados primero, y anunciarlos después… cuando ya sean un hecho.
El gobierno debe funcionar como el árbitro en un partido de futbol; si se nota mucho, es que no está haciendo bien su trabajo. Y menos después de tantos años de experiencia de corrupción y de aumento del gasto inorgánico… a esta fecha hay 50 ministerios… mientras países como Argentina tiene solo 8.
Debemos hacer cambios de fondo y hacer que del dicho al hecho, no haya ningún trecho… hacer primero e informar después… a ver si de esa forma se recupera la credibilidad y la confianza que se perdieron; aquí adentro, y en el exterior.
Algo que no puede perderse de vista es que solo 20% de las fuentes de información ciudadana provienen de los medios tradicionales, tales como periódicos o canales para radio y tv. El otro 80% está desinformalizado y nadie tiene control sobre sus pautas y editoriales; porque operan como si fuera un mercado, donde ninguno tiene tanto peso como para desestabilizar; ni siquiera los X o los Tiktok.
Por eso, cada vez más el espacio informativo estará fuera del control de los gobiernos o los grupos de interés… y el estado tenderá a perder la preponderancia que le daba el manejo, poder e influencia sobre los medios formales. El mundo está cambiando, y nuestra Venezuela también lo está haciendo… así no quieran reconocerlo.
Y cada vez más la imagen de nuestro país estará asociada a lo que realmente sea en vez de lo que el relato oficial quiere imponer como realidad. Por eso es que los medios formales no difunden las giras de MCM y solo las vemos por las redes… y, filtrando los “fakes”, eso nos muestra la realidad real, versus la realidad mediática en la que ya nadie cree… bah… hay algunos que todavía las creen o quieren creerlas.
Noticias destacadas
- El País de España: María Corina Machado, el fenómeno electoral más arrollador en Venezuela desde el Chávez de 1998.
- Miraflores y Estados Unidos reanudan diálogo directo a 27 días de elecciones (eso es oportuno porque transparentará los resultados y le darán protección y seguridad a los jefes del chavismo si perdieran las elecciones).
- El País. Los venezolanos encaran con expectación las elecciones presidenciales: “Hasta los chavistas quieren cambio”.
- La Ceiba: Recordemos que esta no es una transición en democracia, sino hacia la democracia. Por lo cual será muy compleja y difícil, y todas las partes tendrán que hacer (más) sacrificios y concesiones.
- Presidente del Ceela: Los ojos del mundo están puestos en las elecciones de Venezuela (lo cual no es necesariamente cierto… alguna noticia en páginas interiores… pero no más que eso… todo está en nuestras propias manos y depende de nosotros mismos).
- El País: La Bolsa francesa respira ante el resultado de las elecciones y contagia al resto de Europa.
- Los inversores ven con buenos ojos el resultado de la primera vuelta al no tener asegurada la mayoría absoluta el partido de Le Pen.
- La banca lidera las subidas en Francia y España, y las primas de riesgo retroceden con timidez.
Lo que no fue noticia (y debería serlo)
- Que la política francesa estaba (y aún está) tan a la izquierda, que cualquier centrista es considerado de derecha… y a los de derecha, entonces, les llaman “extrema” derecha. El golpe de péndulo tiene que ver con rescatar y preservar las bases de una sociedad occidental y ponerle freno a un islamismo que cada vez más demuestra que la violencia es parte intrínseca de su formación… privilegian la muerte por sobre la vida, subvirtiendo la esencia misma de la supervivencia de la especie humana.
- O que el cambio que quiere 85% de la población venezolana no es solo del modelo económico, sino principalmente en lo ético y lo moral… que robar y que hacerse rico valiéndose de influencias es malo, y que no estamos destinados a ser pobres… porque ser rico honradamente no es malo… y que los méritos sí cuentan. La gente quiere volver a tener un país del cual sentirse orgulloso, y que el mundo así se lo reconozca… como debe ser… como supo ser.
- Ni que con las acusaciones del chavismo a la oposición de planificar “acciones violentas” desde la Embajada Argentina en Caracas, responsabilizando a los asilados en la legación argentina, se abre la posibilidad de alguna acción fuera de norma. Hay que hacerle seguimiento cercano al tema, y el gobierno argentino debería considerar “pensar fuera de la caja”.
- Tampoco que al proceso recesivo que enfrenta Venezuela se le suma el tema del campo y los recursos que necesita tales como fertilizantes, energía, mano de obra calificada e inseguridad. El 70% de los restaurante nuevos tuvo que cerrar, y se nota una radicalización por parte del gobierno. Como los ingresos petroleros no son suficientes, el gobierno podría buscar recursos en el sector privado, tanto de plantas y equipos, como de inventarios y de dólares en custodia… atentos a ese escenario.
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