Cooperativismo sin valores
En Cartas: el caso de Coopeservidores, un reclamo por justicia pronta y cumplida, un agradecimiento y la queja por el persistente cobro excesivo a la producción de energía fotovoltaica.
Robert Owen nunca imaginó que su creación, la cooperativa, iba a ser afectada por la falta de valores, como en el caso de Coopeservidores, originalmente fundada para maximizar los beneficios del ahorro y la producción. Por el contrario, el despilfarro campea y, por ello, la cooperativa no tiene tabla de salvación. Los ahorrantes son convidados de piedra y en cuanto a los directivos, habría que ver.
José Celedonio Soto Astorga, Tibás
Derechos humanos
Cuando la Sala Constitucional protege la salud como un derecho universal, aplaudo sus resoluciones, pero cuestiono el proceder de los estrados judiciales que no cumplen su deber para con los adultos mayores despojados de sus ahorros, destinados a su atención básica de alimentación, vivienda y salud, derechos humanos en toda sociedad. Durante los largos procesos, afectados han fallecido sin haber recibido el beneficio de la justicia pronta y cumplida.
German Alfaro Murillo, Nicoya
Agradecimiento
Mi más sincero agradecimiento al extraordinario equipo del centro de radioterapia del Hospital México y a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por el invaluable tratamiento brindado a mi padre, Jaime Morera, escritor frecuente de cartas a la columna.
Durante este difícil proceso, hemos sido testigos de la dedicación, el profesionalismo y la humanidad con que cada miembro del personal ha atendido a mi padre. La atención y el cuidado que le han brindado han sido fundamentales para su recuperación y bienestar. Además, quisiera resaltar la valentía de mi padre, quien ha enfrentado este reto con fuerza y determinación admirables. Su coraje y su espíritu inquebrantables han sido una fuente de inspiración para todos nosotros. Papá, te amamos mucho y estamos muy orgullosos de ti.
Kristel Morera Torres, Alajuela
Impuesto al sol
Han pasado varios meses y la producción de energía fotovoltaica sigue pagando caro los embates de una pésima política estatal que acabará sepultando toda iniciativa de hogares y pequeñas industrias por contribuir e inyectar energía limpia a la red pública. ¿Dónde están y qué hacen las autoridades para remediar este entuerto de metodología?
El impuesto al sol no es otra cosa que pagar por el consumo de la energía producida con recursos propios y por el simple hecho de estar conectados a la red pública. No debería pagarse una penalización del 51%, pues ilegalmente se está ante un doble cobro. Lejos de avanzar en energías limpias, retrocedemos, como lo demuestra la quema de millones de litros de combustibles fósiles y de dólares que hace el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) con cargo a la factura de todos los abonados.
Fernando E. Feoli Araya, San José
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