El primer Lexus de cristal, una obra única con el nuevo LBX de protagonista

Pablo Diego Pastor y Javier Prado López se han alzado como ganadores de la votación popular online realizada con motivo de la VII edición del Concurso de Diseño Lexus Art Car, este año dedicado al nuevo LBX. Este año han participado seis estudios de diseño de distintas ciudades de la geografía española: Bilbao, Zamora y Ponferrada, Jaén, Mallorca, Murcia y Granada. El proyecto 'Edo Kiriko' basa su propuesta en la forma tradicional de arte en vidrio del mismo nombre que se originó en Japón durante el período Edo (1603-1868). Es conocido por sus elaborados diseños tallados a mano y su técnica distintiva de incrustación de colores vibrantes en vidrio transparente. «Nuestra dedicación al arte y la arquitectura nos ha impulsado a profundizar en una tradición tan especial, arraigada con cariño a lo largo de las generaciones. Somos conscientes de la importancia de la tradición y la sostenibilidad como pilares fundamentales de Lexus, y por ello buscamos integrar ambos valores al rendir homenaje al arte del Edo Kiriko a través del Lexus LBX», explican los ganadores. La intervención artística propuesta implica trasladar el vehículo a una fábrica de vidrio, donde se seleccionará vidrio reciclado de construcción para recubrirlo. Inicialmente, se aplicará una capa de pintura metalizada en tono plata para resaltar los reflejos arcoíris del vidrio. Posteriormente, se aplicará un barniz con acabado iridiscente para preservar la luminosidad y durabilidad de la pintura. Posteriormente, se empleará una resina especial como agente adherente para fijar individualmente los cristales sobre el LBX, siguiendo un meticuloso proceso similar a un rompecabezas. Es esencial el uso de vidrio templado empleado previamente en la construcción, ya que su composición dificulta el reciclaje debido a las capas adhesivas entre las láminas. De esta forma, se procura otorgar una segunda vida a este material. Los grandes paneles de vidrio serán fragmentados en piezas más pequeñas, evocando así la estética y la delicadeza del vidrio Edo Kiriko.