Carlos Vives: «Hace treinta años empecé un camino que no existía en la industria»

Culto, de verbo fácil, humilde, divertido y siempre transmitiendo verdad. Conversar con Carlos Vives es una bendición para un periodista. Nació en Santa Marta, donde Los Andes se entregan al Mar Caribe, un lugar mágico cuya música contiene vetas tristes y alegres. Aspecto fundamental para entender cómo y por qué hace las canciones que hace.  El colombiano lleva treinta años demostrando que la música tradicional y la modernidad no son conceptos antagónicos. Partiendo del vallenato y la cumbia de su tierra natal transitó a principios de los noventa por caminos inexplorados hasta definir las bases del tropipop, subgénero del pop latino, y convertirse en 'el Elvis colombiano', como él mismo se autoproclama medio en serio, medio en broma.  Desde entonces no ha parado de crear éxitos de talla mundial ('La gota fría', 'Fruta fresca' o 'La bicicleta', son claros ejemplos de ello) y recibir infinidad de premios y reconocimientos (hasta 18 Latin Grammys y 2 Grammy). Este miércoles llegará a la Plaza de España para ofrecer su primer concierto en Sevilla, lo hará con motivo de la cuarta edición del Icónica Santalucía Sevilla Fest, una cita para la que se han agotado las entradas. Además, será uno de sus primeros shows desde que el pasado mes de mayo fuera declarado Persona del Año 2024 por la academia de los Latin Grammy. Llegará acompañado por sus inseparables músicos de la Provincia, una formación de gran nivel que suma hasta once componentes y que incluye instrumentos típicos de su tierra como tambores americanos, africanos, gaitas colombianas, entre otros. -Colombia es el país invitado de este año en Icónica Santalucía Sevilla Fest. Por tanto, usted es uno de los 'embajador' de su tierra en este festival, junto a Maluma y Manuel Turizo. ¿Se autoimpone esa responsabilidad cuando lleva su música por tantos países? ¿Siente que en cierto modo puede hacer de contrapeso a personajes tristemente mitificados como Pablo Escobar gracias a series y películas? -Sin duda. Colombia necesita de sus artistas, de su cultura, para mostrar al mundo su verdadera imagen. Tenemos mucho trabajo por delante y no nos va a alcanzar el tiempo. Somos un país con muchísima riqueza cultural, por ejemplo, con una variedad de géneros musicales extraordinaria. No obstante, respecto a lo que estamos hablando tengo que decir que las últimas veces que he ido a España he sentido que ha mejorado el concepto que se tiene de Colombia. Nos conocen y reconocen más a nosotros los sudacas. Por cierto, sé que aquí tiene una connotación negativa, pero a mí no me indigna, porque soy sudamericano y sudo con cojones trabajando. -¿Qué supone para usted haber sido nombrado recientemente Persona del año 2024 por parte de la academia de los Latin Grammy? -Mis sueños nunca estuvieron orientados a la fama y al reconocimiento, pero siempre he sido un consentido de la academia, esa es la verdad. Mi objetivo a lo largo de este tiempo ha sido ser original. Escogí un camino en la música que hace treinta años no existía en la industria. Quise hacer mi modernidad a partir de mis vallenatos, mis cumbias. He querido hacer el rock de mi pueblo, es decir, hacer mi modernidad a partir de lo que soy (español, americano, africano), a partir de nuestro mestizaje, a partir de mis vallenatos y mis cumbias. Haberlo conseguido es mi mayor satisfacción. Y, por supuesto, estoy muy feliz por este premio, porque es muy emocionante sentir que la academia valore ese camino. -Encontró poco apoyo a su propuesta artística. Sin embargo, demostró que la música tradicional y la modernidad no son conceptos antagónicos. De hecho, consiguió lo contrario, ser lo más vanguardista partiendo de la raíz. -Así es. Me decían que así nunca saldría del país, que solo gustaría en Colombia. Un aspecto, por cierto, que no me importaba en absoluto. En aquel momento la música estaba un poco estancada, como el país. Había que seguir haciendo lo mismo para ser colombiano. Me hablaban de la música como si fueran un ente muerto, y es justamente lo contrario, un ser infinitamente vivo. -Siempre se ha mostrado orgulloso de ser hispano, de su sangre española, en contra de cierta corriente latinoamericana que ataca a España. -Tenemos unos problemas de identidad del carajo, nunca nos sentimos orgullosos de todo lo que somos. Mi experiencia en España, mi experiencia como hispanoamericano, me ha llevado a tener un discurso en mi vida, y una parte capital es reivindicar nuestra herencia española. El no hacerlo ha sido parte de nuestro atraso. Meternos todo lo que nos metieron en la cabeza sobre la herencia española es una de las peores cosas que nos han pasado. Un español, con cara de español, con apellidos españoles, hablando mal de los españoles. Absurdo. -¿La historia está bien contada? -No, por supuesto que no está bien contada. Ha habido muchísimos intereses por parte de los enemigos de España de aquella época, por ejemplo, Inglaterra y Francia. Se ha distorsionado la realidad intencionadamente y en muchos casos hemos hecho nuestro ese relato. Tenemos que recuperar el tiempo perdido, y te lo digo yo como ciudadano de Colombia, que soy patriota, que mi sueño está allí y quiero vivir allí. Lo más llamativo es que incluso también lo hacéis entre vosotros los españoles, es algo absurdo. -Este reconocimiento coincide con la celebración de sus treinta años de carrera.  -Hace treinta años de mi primer disco, pero hace más de cuarenta que empecé a cantar en bares. Yo tenía una novia que era camarera, entonces me hice también mesero del restaurante. Allí había música en vivo, incluso la gente de las mesas podía cantar. Entonces empecé a cantar y terminé administrando el lugar y todo. Terminaba todos los días como a las cinco de la mañana, puedes imaginar que salía un poco mal. ¡Divina época! (risas). -Por cierto, ¿Carlos Vives es un actor reconvertido en cantante o un cantante que primero se abrió camino como actor? -Yo empecé en esto desde muy pequeñito, allá por los años setenta. Estaba en el grupo de teatro y en el coro del colegio, donde incluso canté como solista y en formato trío. Después, en la universidad, también estudié teatro y formé parte del grupo de música tropical, en las baladas y el rock and roll. La televisión me dio la oportunidad de trabajar en muchas telenovelas y miniseries desde inicios de los ochenta hasta el 1993, en esas producciones a veces también cantaba los temas y ayudaba a producir la música. Con todo esto quiero decir que para mí la música y la interpretación siempre han sido un solo universo. -Si exceptuamos su participación en la Expo 92, será su primer concierto en Sevilla. Parece increíble que un artista de su dimensión nunca haya actuado en nuestra ciudad. -Es verdad. Por eso la de este miércoles en la Plaza de España es una noche muy soñada y deseada por nosotros. Sabemos perfectamente lo que representa esta ciudad. Como bien dices vine a la Expo 92. El presidente de mi país eligió a Totó la Momposina, que es una verdadera diosa de la cumbia, y a nosotros (Carlos Vives y la Provincia) para representar a Colombia. Dimos un concierto en una laguna preciosa, con unos efectos visuales increíbles. Cantamos sobre una de las plataformas sobre el agua que había. Era un lugar mágico. Años después fui a ese lugar y estaba completamente abandonado, había pastos. De mi viaje a Sevilla con motivo de la Expo también recuerdo que las discotecas no cerraban (risas). Será muy especial volver a cantar con la Provincia después de tantísimos años. -¿Cómo será su concierto en Sevilla? -Yo me alegro de no haber cantado nunca en Sevilla, porque antes no sabía mucho, pero ahora sí sé bastante (risas). Estamos en nuestro mejor momento. Traigo un espectáculo muy equilibrado, con un mensaje muy lindo, un show increíble que se llama el 'Rock de mi pueblo vive'. Por supuesto, voy a mostrar lo mejor de mi cancionero, pero lo especial que tiene esta gira es que en el transcurso del concierto proyectaremos una especie de película que va contando mi vida desde la infancia episodios que están conectados con mis canciones. En este sentido, mi hijo Pedro, que ahora tiene doce años, me ha ayudado a recrear esa etapa en territorios y lugares que me va a encantar mostrarles. -Hablando de Sevilla, como estudioso del folclore, ¿Qué opinión tiene del flamenco? -Es una cosa del alma. Me atrae muchísimo, desde lo más raizal hasta lo que yo siento que promovió un rock de vuestro pueblo, con esos jóvenes Ketama, Alejandro Sanz, Niña Pastori… -¿Encuentra muchas similitudes entre el flamenco y el folclore de su tierra? -¡Por supuesto! El flamenco también lo tenemos nosotros en Colombia. Cuando veas un baile llanero, de los campos de vaquería de los llanos orientales de Colombia, vas a percibir esa herencia ahí. Cuando vayas a San Marta y oigas cantar a un decimero de los Montes de María, ese mestizo de indio y español que te canta unas cosas tan auténticas y españolas…recuerda muchísimo al flamenco. Mira, te animo a que busques los mapas antiguos de la provincia de Santa Marta, de donde yo soy, perla de la América y primera ciudad fundada del continente. La llamaban Nueva Andalucía. ¡Somos la nueva Andalucía! ¡Son las energías las que nos unen! -Músicas de raíz… -Son expresiones humanas sobre las vivencias de esos lugares concretos. De hecho, he preparado un curso para una escuela de verano de niños colombianos que se llama 'Los ríos que nos enseñaron a cantar'. Para entender la cumbia tienes que entender el río Magdalena, para entender el blues tienes que entender el río Misisipi, para entender el tango tienes que vivir el río de la Plata y, por supuesto, para entender el flamenco tienes que conocer qué es el Río Guadalquivir.