"Las monjas y la mar": Sonia Cunliffe rompe estereotipos, ofreciendo una exposición fotográfica que revela la humanidad y alegría de la vida
La exposición “Las monjas y la mar” presenta una serie de impresiones en blanco y negro capturadas por la artista visual, escritora y fotógrafa, Sonia Cunliffe. En una mañana fresca de verano al sur de Lima, Sonia se encontró inesperadamente con un grupo de religiosas descalzas en la playa y, siendo una fotógrafa sensible y atenta al mundo que la rodea, decidió fotografiarlas. Las imágenes muestran a las monjas llenas de vida, disfrutando del mar con risas, diversión y espontaneidad, revelando una faceta poco conocida de la vida religiosa e invitando al espectador a descubrir su cercanía a la felicidad en un contexto inusual.
El escritor Fernando Ampuero, en su texto de presentación, dice: “Ellas, las monjas, que están casadas con Dios, y la mar, que vive arrejuntada con Neptuno, el promiscuo dios pagano que gobierna todas las aguas, se están mirando; la mar, extiende por la arena la espuma de unas agónicas olitas que se arrastran mansamente; y las monjas, trémulas, oyen el secreto llamado de otro misterio que las seduce. ¿Esto es lo que ocurre? Quizá. ¿Pero en qué momento ellas sintieron la urgencia (léase: la necesidad extrema) de descalzarse y mojar sus pies en la mar?”.
Ampuero agrega: “Definamos la situación del encuentro como un impulso súbito, una alegría pura, un tumulto de emociones, o bien atribuyámoslo a la magia del instante detenido, o al pudor deliberadamente olvidado de unas jóvenes mujeres que han consagrado su vida a ayudar al prójimo, ya sea en postas médicas o en clínicas, o bien a endulzar el paladar de ancianas soñolientas o de niños con rabietas. Vean y piensen. Sonia Cunliffe solo anhela compartir a través de sus fotografías, que componen aquí una breve narrativa, el simple y bello trance de gozar los momentos que nos iluminan”.
Una exposición que desafía los estereotipos al mostrar a las monjas disfrutando de momentos de alegría y libertad, lejos de su rutina habitual, siendo mujeres y personas que viven y gozan. No solo ofrece una nueva perspectiva sobre la vida religiosa, sino que también destaca la universalidad del disfrute y la capacidad de conectar con la naturaleza y el entorno. La muestra estará abierta hasta el 18 de septiembre. Los horarios son de martes a viernes, de 10 a.m. a 8 p.m., y sábados, domingos y feriados, de 10 a.m. a 6 p.m. El ingreso es libre.
(NdP).