Guillermo Larraín y debate de reforma previsional: “Superar este impasse es un imperativo nacional”
Sí bien la reforma previsional no se discutirá de acuerdo a los tiempos que tenía planeado el Gobierno, sí han avanzado los acuerdos para que se apruebe la idea de legislar en la Comisión del Trabajo del Senado. Según las previsiones del Ejecutivo, se podría votar en general en la última semana de julio.
En conversación con la primera edición de Radioanálisis, el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Guillermo Larraín, realizó un llamado a las fuerzas políticas de cara a la discusión venidera.
“Espero que exista suficiente madurez tanto del Gobierno como de parte de la oposición de entender que superar este impasse es un imperativo nacional”, comentó, recordando además que la reforma previsional lleva 13 años de discusión en el Congreso Nacional.
Uno de los puntos que más debate genera es sí el sistema actual de capitalización individual debe ser reforzado, con apoyo de la PGU, o la postura que empuja el Ejecutivo de avanzar en un sistema de reparto. Al respecto, Larraín entregó su postura y postuló la idea de un sistema solidario intergeneracional y la diferenció de la propuesta del oficialismo.
“En un sistema de reparto, las pensiones actuales se pagan por trabajadores actuales. Entonces es un sistema donde yo le tomo la cotización a un trabajador, le reduzco su consumo, para pasarlo a otro trabajador o jubilado para que esa persona pueda consumir”, explicó sobre la idea oficialista el doctor en Economía.
“Lo que estoy proponiendo es que esté asociado a como uno distribuye equitativamente los costos de los grandes shocks macroeconómicos que ha sufrido el país y que han afectado muy desigualmente a distintas generaciones”, agregó Larraín.
En cuanto a los alcances de la Pensión Garantizada Universal (PGU), el economista aclaró que este mecanismo “es solidaridad”, pero “tiene límites”.
“Como es universal, entrega el mismo nivel de pensión a cualquier persona. Una persona muy pobre, del primer decil, recibe el mismo aporte que una persona en el noveno decil. ¿Cuál es el problema? Que a esa última persona, el colchoncito que representa la PGU es muy poco comparado con lo que sí representa para una persona que siempre fue muy pobre”, señaló y añadió que lo que se está dando hoy es una “tasa de reemplazo”.
A raíz de lo anterior, el especialista afirmó que “lo que hay que buscar es un mecanismo para suplir la pensión, la tasa de reemplazo, de las clases medias y medias altas”.
“La forma de hacerlo es atar eso a algún concepto de cotización previa, porque toda esta gente cotizó más tiempo. Lo que estoy proponiendo es que esa generación que le fue bien pero que su pensión es muy baja, se les pueda dar una especie de suple de renta vitalicia”, detalló Larraín.
Sobre la propuesta, el académico también comentó quién debería hacerse cargo de la administración de este sistema. “El sector privado hace cosas bien. La administración financiera de los recursos tradicionales lo hace bien. Las rentas vitalicias por ejemplo, eso lo podrían gestionar las empresas de seguro sin problema”, sugirió en primer lugar.
“Entonces, la pregunta es, cuál es el rol del Estado acá. Es crucial, porque el Estado es el que va a definir la tasa de cotización. Entonces lo que permite este esquema que estoy planteando es mucho más dúctil, donde no nos enredemos en decir esta tasa de cotización va a ser siempre de aquí en adelante como lo sería un sistema de reparto. Sino que vamos a tener que ir graduando la intensidad de esa solidaridad intergeneracional en función justamente de la generación que se va a jubilar ahora y que tiene efectivamente un pasado más o menos traumático al momento de haber empezado la jubilación”, indicó Larraín.
Revisa aquí la entrevista completa: