Divertirse en un partido de Inglaterra en esta Eurocopa era más complicado que no comerte una carretera con obras en Alemania. Era. Sí. A la sexta, por fin, el equipo de Southgate se puso a jugar al fútbol. Solo fueron cuarenta y cinco minutos, pero le bastó para meterse en su segunda final consecutiva de una Eurocopa . Lo logró con un gol en el noventa y uno, en el único disparo a portería de Inglaterra en la segunda mitad . Obra de Watkins, el héroe inesperado de los pross. España-Inglaterra el domingo en Berlín. Suena de lujo. El tempranero gol de Xavi Simons ayudó al entretenimiento de la primera mitad. En el minuto 7, los 120 millones de Declan Rice, uno de los mayores estacazos de la historia, quedaron en evidencia. Con una presión light, el centrocampista del Leipzig le robó el balón en tres cuartos de campo, condujo hasta la frontal y desde allí, ante la oposición de Trippier, soltó un latigazo a la escuadra derecha de Pickford. El guardameta del Everton tocó ligeramente el balón, pero no lo suficiente. 1-0. El tanto confundió a Países Bajos y desató la mejor versión de Inglaterra en el torneo. Foden se instaló entre líneas y allí encontró siempre una pelota donde lastimar el endeble sistema defensivo de los neerlandeses, aunque fue un error individual el que propició el empate. En el 18, una plancha temeraria de Dumfries sobre Kane acabó en penalti . Mal Zwayer, que no fue capaz de señalar en el directo. El VAR acudió a su rescate. Disparo fuerte y raso al palo izquierdo de Verbruggen. Imposible de detener. 1-1 y séptimo gol de Harry en una Eurocopa, igualando la marca de Shearer . Cinco minutos después, en el 22, Dumfries arregló su error sacando en la misma raya de gol un remate con la derecha de Foden, y estuvo a punto de completar su redención con un remate de cabeza que se estrelló en el larguero. Fue la única respuesta de Países Bajos a una Inglaterra más intensa y alegre, sobre todo por banda derecha, donde Walker, Saka y Foden castigaban la dimisión en ayudas de Gakpo y Reijnders a su lateral. Por ahí condujo Foden en diagonal para clavar en la cruceta un disparo fotocopiado al de Lamine ante Francia. Empate a goles, y a palos, al descanso. Hasta ahí llegaron los de Koeman sin Memphis, roto en el 35 . La clásica lesión muscular de un jugador tan talentoso como relleno de mantequilla. Vamos, un Prosinecki del siglo XXI. El contratiempo lo aprovechó Ronald para meter a Veerman y jugar con cuatro centrocampistas. Así logró que dejara de llover. En la segunda mitad se acabó la fiesta. Volvió la Inglaterra aburrida y cicatera que aburre a las ovejas pasándose el balón de un lado a otro, como si fuera un partido de balonmano donde no te pueden pitar pasivo. Un pasabolas inaguantable en el que dejó de existir Foden , como no apareció en todo el partido Bellingham . Países Bajos fue la única que remató a puerta en la segunda mitad, hasta el fatídico minuto 91 que le dejó sin final. Las galopadas de Gakpo y los balones parados le bastaban para hacer trabajar a Pickford, que sacó sus mejores reflejos para mandar a córner un balón parado rematado por Virgil. Tuvo otro centro lateral en el que el guardameta del Everton estuvo a punto de liarla, pero acabó mandando el balón por la línea de fondo. En los últimos diez minutos, Southgate quitó del campo a Foden y Kane por Palmer y Watkins . Dos arriesgados cambios si en el contexto de partido se tenía en cuenta que, probablemente, se iban a jugar treinta minutos más, pero el movimiento le salió redondo. Palmer la tuvo en el 88, en un remate desde la frontal que, extrañamente en él, la mandó bastante desviada. Un par de minutos después, el delantero del Aston Villa recibió un balón dentro del área, se giró y soltó un disparo cruzado. 1-2 e Inglaterra a la final. Football's coming home… si España no lo impide . Que lo hará.