Lo que ha pasado durante el himno en el España - Francia vuelve a generar polémica
Miles de aficionados españoles tiñeron de rojo la Marienplatz disfrutando en el centro de Múnich de las horas previas al duelo de semifinales que España disputa ante Francia desde las 21:00 horas en el Munich Football Arena, imponiéndose con sus cánticos a la afición francesa.
Marc Cucurella está de moda en la Eurocopa 2024. Al habitual 'look' de torero y a los capotes en aficionados españoles, al bombo heredado de Manolo y la trompeta que nuevamente hizo bailar al ritmo de la canción del vestuario, 'Potra salvaje', se suman numerosas pelucas imitando el pelo de 'Cucu', una de las grandes revelaciones del torneo.
Por el centro de Múnich, soportando los 30 grados en una notable subida de temperaturas en Alemania, se dejaron ver numerosos aficionados aguantando el calor de la peluca rizada.
La fiesta se intentó seguir en las gradas, aunque el gol de Kolo Muani apagó un poco los ánimos. Antes del comienzo se vivieron momentos de gran emoción. Los himnos nacionales de ambos países marcaron el inicio de este encuentro tan esperado. Primero sonó "La Marsellesa", el himno nacional de Francia, que fue recibido con respeto y entusiasmo por parte de los aficionados franceses presentes en el estadio.
A continuación, fue el turno del himno nacional de España. Sin embargo, el ambiente cambió drásticamente cuando comenzaron a sonar las notas de este himno. Un sector del público, compuesto mayoritariamente por aficionados franceses o alemanes, comenzó a pitar, creando un ambiente de tensión y falta de respeto. Esta actitud, desafortunadamente, empañó lo que debería haber sido un momento de orgullo y unidad.
A pesar de los abucheos, los jugadores españoles demostraron una gran firmeza y seriedad durante la interpretación de su himno. Se mantuvieron erguidos, con la mirada al frente y sin dejarse intimidar por los pitidos provenientes de las gradas.
Dani Carvajal, conocido por su gesto habitual de guiñar un ojo durante el himno, no estuvo presente en la alineación. Este pequeño gesto, que ha sido interpretado en diversas ocasiones como una muestra de complicidad y confianza, no se repitió en esta semifinal. La ausencia de Carvajal se ha notado más después, cuando Mbappé ha centrado con facilidad por su banda
Mientras tanto, en las gradas, los aficionados españoles hicieron oír su voz de una manera muy diferente. A pesar de los intentos de algunos por deslucir el momento, los seguidores de la selección española comenzaron a tararear el himno con entusiasmo y fuerza. Su energía y pasión contrarrestaron los pitidos.