Joroba de búfalo: qué es, cuáles son las complicaciones que trae en la vida diaria y cómo son los ejercicios para evitar que aparezca
La joroba de búfalo es una condición que se manifiesta como una prominencia en la zona del cuello, resultado de la acumulación de grasa o tejidos entre los omóplatos. Esta anomalía puede acarrear diversas complicaciones en la vida diaria, pero que pueden contrarrestarse con algunos ejercicios específicos.
Para prevenir su aparición y manejar sus efectos, la práctica de rutinas físicas juega un papel crucial. Los ejercicios estarán enfocados en fortalecer los músculos de la espalda, mejoran la postura y también a reducir el riesgo de desarrollar esta condición indeseada.
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¿Por qué se genera la joroba de búfalo y cuáles son las complicaciones de salud que trae en la vida cotidiana?
Esta condición física se produce por una acumulación de grasa o tejidos en la parte cervical, entre los omóplatos. En diálogo con el portal Cuidate Plus, la clínica QO, especializada en problemas de columna, señalan que esta acumulación puede deberse a diversos factores:
Obesidad
Envejecimiento
Uso excesivo de los músculos del cuello y hombros
Postura inadecuada
Falta de actividad física o predisposición genética
Además, ciertos medicamentos para tratar el VIH pueden provocar esta condición. Según José Ramón Rodríguez Aranda, osteópata y fisioterapeuta, estos tratamientos pueden causar lipodistrofia, es decir, acumulación de grasa en determinadas áreas del cuerpo.
El especialista también menciona que otros medicamentos, como los glucocorticoides, pueden contribuir a la aparición de esta patología.
El uso prolongado de cortisona, por ejemplo, puede aumentar el riesgo de desarrollar hipercortisolismo, una condición que también está asociada a la joroba de búfalo.
Este trastorno no solo afecta la apariencia física, sino que puede causar múltiples problemas que afecten la vida diaria:
Problemas respiratorios
Dolores de cabeza, cuello y hombros
Efectos psicológicos como baja autoestima, depresión y ansiedad
Ejercicios para evitar la aparición de la joroba de búfalo
Existe una serie de prácticas físicas y hábitos saludables que pueden prevenir la formación de la joroba de búfalo. Mantener una postura correcta y seguir una dieta balanceada son esenciales para evitar la acumulación de grasa en la zona cervical.
Colaborar con un endocrinólogo para establecer un plan de pérdida de calorías y asegurar una rutina diaria de ejercicio también es crucial.
Los especialistas recomiendan varios ejercicios específicos para abordar esta condición:
Movimientos de brazos y hombros: estos ejercicios ayudan a fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la postura. Apoyando el cuerpo contra una pared, se deben elevar los brazos a la altura de los hombros sin levantar los hombros ni inclinar la cabeza.
Estiramientos pectorales: los estiramientos no solo mejoran la postura, sino que también reducen la tensión en la región cervical.
Elevaciones de pecho y estiramientos de la columna: ayudan a mantener la flexibilidad y a alinear correctamente la columna.
Caminar diariamente: esta actividad simple, pero efectiva contribuye al bienestar general y ayuda a mantener una buena postura.
Además, los masajes y la fisioterapia son opciones efectivas para aquellos cuya joroba de búfalo se debe a una mala postura o a una obstrucción de los ganglios linfáticos. Estos tratamientos pueden ayudar a relajar los músculos y reducir la tensión en la zona afectada.