Planificación de la salud a largo plazo
Un cambio estructural necesario desde hace varias décadas debe darse en el sistema de salud, desde las políticas para la prevención hasta la curación o atención médica.
Para empezar, la educación para llevar una vida saludable es fundamental. Cada persona debería velar por una alimentación sana, dentro de sus posibilidades económicas.
También, cada uno debería tomar conciencia del manejo de riesgos, por ejemplo, evitar el tabaco, el alcohol y las drogas, y ser un conducto responsable tanto por su seguridad como por la de quienes lo rodean.
Por otra parte, la salud mental está sufriendo un fuerte deterioro por varias razones. La pandemia encerró a millones de personas, con justa causa, pero muchos perdieron la posibilidad de volver a relacionarse con otros en el trabajo, los centros de estudio y otras actividades que pasaron a ser mayormente virtuales.
La crisis que atraviesa la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no se debe solo a su ineficiente gobernanza, sino también al descuido de la prevención, lo que agrava los problemas de salud. Por eso, si no se invierte en programas de salud, será imposible reducir la incidencia de enfermedades crónicas y los altos costos médicos ocasionados por las complicaciones y las crecientes y agobiantes listas de espera seguirán asfixiando los hospitales.
Alianzas público-privadas
El temor a las alianzas es uno de los grandes obstáculos para que la CCSS logre mitigar la demanda de servicios de salud; sin embargo, los convenios han demostrado ser eficaces, como en el caso de las cooperativas y las universidades que han administrado o siguen administrando algunos Ebáis.
Las cooperativas atienden a más de 600.000 asegurados. Son cuantiosos los ahorros económicos que logra la CCSS tercerizando servicios, con indicadores de hogares atendidos, seguridad, calidad, variedad de servicios, horarios flexibles, clientes satisfechos, visitas de técnicos en atención primaria, mejora continua, personal estable y bien remunerado, equipos de última generación e instalaciones físicas funcionales y bien conservadas.
Bien harían las autoridades de la CCSS en dejar de seguir el modelo de construir y operar, sabiendo que existen alternativas de servicios a menor costo. Hay que fortalecer las alianzas público-privadas en aquellos servicios en los que sabemos que las cooperativas, asociaciones, fundaciones y empresas municipales ofrecen flexibilidad, economía, servicios inmediatos, innovación y tecnología.
Especialistas y el EDUS
La CCSS debe ser un actor relevante, en conjunto con las universidades y el Ministerio de Salud, en la labor de analizar las necesidades actuales y futuras de recursos humanos. La falta de planificación queda de relieve en la insuficiencia de especialistas en anestesiología, recuperación, cardiología, cirugía general, dermatología, endocrinología, hematología, hematología pediátrica, infectología, ortopedia, traumatología y radiología e imágenes médicas.
La escasez se conoce desde hace más de una década, pero ha imperado un manejo del mercado con propósitos contrarios a los intereses del país. Por otra parte, el EDUS es una herramienta tecnológica de suma ayuda, pero se requiere educación de médicos, técnicos y usuarios para sacarle partido; y de la CCSS para convertirla en un canal donde sea posible conseguir citas sin condenar al usuario a estar días y meses consultando si hay cupos.
Si la gente está cansada de levantarse de madrugada para ir en busca de un espacio para ser atendida, lo estará también si constantemente un sistema tecnológico tampoco les ofrece citas en un tiempo adecuado. Por tanto, es fundamental que las clínicas y los Ebáis sean eficientes porque, de otra forma, los asegurados seguirán yendo a las salas de emergencias por operaciones que bien podrían ser realizadas en el primero y segundo nivel de atención.
Hay que empoderar la figura del gestor, apoyar con recursos externos, flexibilizar horarios, sancionar el ausentismo injustificado y recurrir, en casos calificados, al modelo de copago, de acuerdo con el perfil socioeconómico de cada asegurado.
Deuda del Estado
Es hora de que el gobierno establezca la cifra real de cuál es su obligación con la CCSS. Está claro que no debe pensarse en una mayor carga sobre patronos y trabajadores. Las cargas sociales elevadas están causando un incremento en la informalidad, lo que con el cambio demográfico agravará la evasión y pondrá en riesgo la sostenibilidad del sistema de salud a largo plazo.
La longevidad, los altos costos médicos, la judicialización de la salud, los nuevos modelos laborales, la fuga de especialistas, la impunidad, la selección muy rigurosa de quienes administran la institución y la falta de decisiones técnicas oportunas deben llamarnos a buscar un diálogo nacional, de donde salgan las reformas estructurales que deben hacerse a una institución clave para nuestra paz social.
El autor es ingeniero.