Cuando el verano pasado Carlo Ancelotti supo que no iba a poder contar con
Kylian Mbappé y sí con
Jude Bellingham,
Vinicius y
Rodrygo como sus máximos exponentes en ataque, ideó junto a su staff un nuevo modelo de esquema (el 4-4-2 en rombo) que colocaba al inglés una posición de mediapunta que a la postre demostró ser la ideal.
Seguir leyendo...