La larga espera por los F-16 llegará a su fin este mismo verano. Kiev recibirá los primeros seis aviones de combate en pocas semanas y obtendrá un total de veinte unidades volando sobre los cielos del país a finales de 2024, un número insuficiente para las aspiraciones ucranianas . El presidente Zelénski manifestó, durante una conferencia en Washington el pasado 10 de julio, que su país precisa de 128 cazas F-16 para poder igualar las capacidades de Rusia en el aire . La entrega de las primeras unidades parece inminente, pero todavía existen dudas y preocupaciones en el seno de la OTAN . Varios funcionarios de la Alianza Atlántica enumeraron al medio 'Bloomberg' los principales obstáculos para el buen desempeño de los aviones en sus misiones de combate. El primer problema es la vulnerabilidad de los aeródromos militares ucranianos ante los ataques rusos y la falta de refugios para los aviones. Ucrania también carece de las pistas con la longitud y la calidad necesaria que precisan este tipo de aviones, destacaron. Otra de la cuestión es que «los aviones deben reconfigurarse en función de su tarea, como reconocimiento o combate », dijo uno de los funcionarios. La logística del mantenimiento también plantea desafíos: desde la búsqueda de piezas de repuesto hasta la contratación de ingenieros que se aseguren de mantener en buen estado los cazas. Además, hay una «barrera lingüística» entre los profesores extranjeros y los pilotos ucranianos. Uno de los funcionarios de la OTAN, al corriente de la entrega de los F-16, resumió la cuestión diciendo que «Ucrania está tratando de lograr en cuestión de meses lo que normalmente lleva entre tres y cuatro años».