La tablita cambiaria del 2% mensual, esquema similar al fallido de José Alfredo Martínez de Hoz en la dictadura del ‘76, hace agua. El Banco Central dejó de sumar reservas, la brecha cambiaria está por encima del 60% y los dólares financieros se dispararon. Las medidas de más contracción monetaria e intervención en la plaza cambiaria son manotazos de ahogado. El peligro no es solo otra fuerte devaluación, sino también caminar a paso acelerado hacia otro default.